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El Arsenal teme la marcha de Wenger al Madrid

Wenger cree que el club y los aficionados no han valorado su trabajado, sobre todo teniendo en cuenta la inferioridad económica con la que compite frente a los otros grandes de la Premier, y está desilusionado por el bajo presupuesto para fichajes que maneja el club de cara a la próxima temporada, un problema que no tendría en el Real Madrid de Florentino Pérez.

Reuters

El Arsenal comienza a aceptar que Arsene Wenger, el hombre que convirtió al club en una superpotencia en la última década, puede marcharse al Real Madrid, según una información publicada hoy por el rotativo británico 'The Times', quien asegura que en el entorno privado del técnico se da por segura su salida.

La Prensa inglesa considera como un gesto significativo el hecho de Wenger no haya movido un dedo por aclarar sus manifestaciones del fin de semana a un canal francés de televisión en las que calificaba de "proyecto interesante" el que lidera Florentino Pérez en su intento de regresar a la presidencia del Real Madrid, un hecho del que Wenger no piensa hablar hasta la rueda de prensa semanal que ofrece tras el entrenamiento de los viernes.

Existe la sospecha de que, al no explicar sus declaraciones, lo que está haciendo Wenger es simplemente dar un aviso al Arsenal, pero los más cercanos al entrenador francés creen que la amenaza va en serio y podría poner fina a los más de 12 años de Wenger en el club londinense. "Su salida es más posible ahora que nunca", dijo anoche uno de sus colaboradores.

El malestar de Wenger en los últimos tiempos se debe a su desilusión por la actitud de muchos aficionados del Arsenal, que han abucheado a sus jugadores fuera del campo en varias ocasiones en el Estadio Emirates esta temporada y han sido tremendamente críticos con el equipo después de una cuarta temporada sin títulos.

Wenger considera que los aficionados no han sabido valorar las limitaciones financieras con las que se desenvuelve el Arsenal, una sensación que alcanzó su apogeo después de que Wenger fuera objeto de duras críticas cuando asistió a una reunión de accionistas del club el pasado jueves.

Wenger, de 59 años, estaba profundamente molesto por este trato recibido, lo que le llevó a reflexionar sobre si su trabajo en el club estaba siendo realmente apreciado y valorado. Además, el técnico ya estado frustrado por una anterior reunión de la junta directiva tras la que se supo que el presupuesto para la próxima temporada no sería tan importante como él esperaba, y que además debería ser utilizado para mejorar los contratos de los jugadores de la actual plantilla.

Se entiende que cualquier aumento salarial que se acuerde este verano tiene que afrontarse con un presupuesto de 15 millones de libras, lo que le dejaría a Wenger muy poco margen para fichajes. Theo Walcott ya ha firmado un nuevo acuerdo que ha triplicado su salario a 60.000 libras esterlinas semanales, mientras que Robin van Persie está en conversaciones con el club para firmar un nuevo contrato de cuatro años por el que percibiría 20.000 libras esterlinas más a la semana.

De momento Wenger no ha exigido más dinero a una directiva con la que mantiene una relación cordial, pero está muy molesto por que no se valoren las difíciles condiciones en las que realiza su trabajo, y sobre todo que sea criticado por no invertir más dinero. El técnico francés es muy consciente de la necesidad que tiene el equipo de buscar un defensa central con experiencia dentro de la Premier, y ha estado siguiendo muy de cerca las evoluciones de Brede Hangeland, del Fulham, y Gary Cahill, del Bolton Wanderers, aunque las negociaciones con estos clubes han sido aplazadas por las desmesuradas cifras que piden por ellos, y que rondan los 20 millones de libras.

La situación del Arsenal es tan difícil que Wenger se está planteando incluso la venta de Emmanuel Adebayor, su mejor delantero, a fin de poder recaudar dinero para fichar a un defensa de garantías.

Wenger sabe que la situación sería totalmente diferente en el Real Madrid, con un Florentino Pérez dispuesto a realizar una gran inversión deportiva en el caso de que gane las elecciones y se convierta en el próximo presidente del Real Madrid. No obstante, el entrenador francés sigue mostrándose reacio a adoptar la cultura de los galácticos.

Pese a todos sus descontentos con el Arsenal, Wenger sigue conservando una enorme fe en la capacidad de los jóvenes jugadores que él ha traído al club y a los que le gustaría dar otras dos temporadas más para recoger los frutos de su trabajo. Por otro lado, una parte de la directiva está convencida de que el técnico revisará su contrato, que expira en 2011, aunque otros en el club no son tan optimistas.

En cualquier caso, y tal y como está la situación, la prensa ingklesa cree que hay pocas posibilidades de que Wenger renueve su contrato con el Arsenal al final de esta temporada en las condiciones que había planteado el club.

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