El Nàstic se tranquiliza a base de paciencia y goles

No fue para tanto el Nàstic, que combina instantes de belleza con enormes manchas de juego. No fue para tanto, deciamos, pero en una segunda parte de disparates del conjunto murciano y también del árbitro, afloró el potencia ofensivo del Nàstic, que igualó su mejor resultado de la temporada.

De la primera parte sólo se puede destacar también al equipo grana. A través de José Marí y Redondo (con juego de bandas, con esa velocidad de la que adolece el Murcia) buscó la victoria. De hecho sólo la fortuna (y la cara de Elía, de lo poco rescatable) salvó al Murcia de irse abajo al intermedio. Redondo remató sin querer y la grada, que andaba por momentos dudando de si había porterías, de si a ambos les valía un empate, de si ponerse a gritar 'que se besen, que se besen, por la falta de profundidad, despertó. Antes del descanso, en el haber grana, una 'faltita botada por un Aquino que como todos los de arriba (Montoro missing, Capdevila y De Lucas sólo batalladores) no inquietó a la zaga catalana. Hasta ese momento, al menos el Murcia podía justificar la tarde con un punto pero todo se fue al garete en el preciso instante que Jordi Alba conectó un zapatazo que cogió vuelo y que cabó en las redes. Hay empezó el derrumbe visitante.

Una buena mano de un Elía a Víctor fue penalti. Luego Movilla se expulsó y Moisés puso la guinda la grande tarde del Nàstic, un triunfo definitivo para salvarse.

Campos "¿El árbitro? No pensaré mal"

Movilla no había sido expulsado desde hace 13 años, su currículum es inmaculado, en un gesto de cubrirse dio un manotazo a un contrario. La acción del penalti nos sacó a todos de nuestras casillas y nos generó un desconcierto importante. Llevamos una racha de penaltis en contra y al ver las imágenes nos damos cuenta de que no son. ¿Qué puedes hacer? No pensar mal, seguir trabajando y mejorar, sobre todo en ataque".

Ferrando "El arbitraje no fue decisivo"

Fallamos muchos pases, controles, pero con el 1-0 se abrió el partido. En la primera parte, con su ritmo, era imposible ganarles, lo único que quería es que se acabase. El gol de Jordi desatascó a un equipo que estaba espeso, su entrada nos dio un puntito, es alegre y despejó un panorama que estaba difícil. El arbitraje no fue favorable, no sé si fue o no penalti, pero el gol de Jordi no fue por culpa del árbitro. El colegiado no fue determinante".

La portería a cero otra vez

Pese a romper la gran racha defensiva ante el Zaragoza la semana pasada, la solidez defensiva del Nàstic es patente en las últimas jornadas. Ayer volvieron a dejar la portería a cero y parece que el equipo logra estabilidad en el juego, aunque ha llegado tarde.