"Emaná es una roca; hay que saber frenarlo"

Hace muchísimo tiempo que Carlos Kameni no habla con la prensa. Prefiere mantener silencio, dado que su situación no acaba de ser cómoda. Por mucho que se diga, está cumpliendo y ayudando al equipo a salir del pozo, objetivo primordial antes de abandonar la entidad con la tranquilidad el próximo 30 de junio. "Ya sabéis que de eso no hablo", se escuda ante cualquier intento de sobrepasar el límite de lo pactado y de poder tener una charla tranquila y entretenida.

Con ofertas interesantes encima de la mesa (el Girondins está bien situado, aunque aseguran que en Inglaterra y Alemania también lo pretenden), Kameni espera con interés el partido de mañana ante el Betis. De lograr la victoria, sería la tercera seguida, la opción de sumar 13 de 15 puntos y alimentar el sueño de los que piensan que la permanencia será un éxito. Pero no será sencillo. Pese a que el Betis está metido también en la zona baja de la tabla, su plantilla es potente, con creadores interesantes y rematadores del lujo, que podrían estar en cualquiera de los denominados grandes. Y una de sus figuras es Achille Emana (Yaoundé, 5-6-1982), buen amigo del portero perico: "Es una roca y hay que saber frenarlo. Tiene una potencia descomunal y un remate bárbaro. Sabe moverse bien, tiene muy buena orientación y seguro que puede convertirse en una amenaza. Pese a todo, tenemos argumentos para echarle el freno", comenta desde dentro de su auto.

"Siempre es apetecible saludar a un amigo, más cuando es compañero en la selección. Él es uno de los pilares del equipo nacional y está comprometido en ayudar a su equipo al máximo", recalca el portero, que lleva tres partidos sin encajar y tiene ganas de seguir con esa buena estadística. Sería la mejor manera de acabar la semana, con seis puntos y la permanencia más cerca.