Apisonadora herculana

Ni confianzas, ni sorpresas, ni gaitas. El Hércules aplastó al Sevilla Atlético desde el minuto uno y le endosó una goleada histórica. Ocho goles como ocho soles hicieron enloquecer a un Rico Pérez que ya está totalmente entregado a la causa. Quedan once jornadas para hacer realidad el sueño y el ascenso es ya un objetivo irrenunciable. Pero lo que ya ha conseguido el equipo de Mandiá es que la ciudad se vuelque con el Hércules. Hacía muchos años que los claxones no sonaban al acabar un partido, que no había colas kilométricas para entrar al estadio y que la grada no hacía la ola. Ayer todo eso se dio y la afición se marchó pensando lo que puede ser el Rico Pérez dentro de dos semanas si el Hércules gana en Jerez el sábado y asalta definitivamente el liderato de Segunda.

El equipo blanquiazul ejerció de cacique autoritario. No le dio a su débil rival ni un ápice de esperanza para creer en nada. A los tres minutos, Delibasic ya había inaugurado la cuenta y le había dedicado su primer gol a su bebé Andrej. A los 14' ya había solucionado el partido con dos tantos más. Y al descanso ya le había enchufado una manita al bisoño filial sevillista. Con esta rotunda goleada, el Hércules manda un serio mensaje a sus adversarios por el ascenso: a pegada no le va a ganar nadie. 60 goles en 31 partidos es una cifra brutal, una media de casi dos goles por encuentro. Para que el Xerez vaya tomando nota.

En cuanto a cifras, el jugador del partido fue Rubén Navarro. El catalán no podía dejar pasar la oportunidad de firmar un hat-trick en una tarde así. Le agitas y caen goles. Su mejor socio fue Sendoa que le regaló los dos primeros, donde sólo tuvo que empujarlas. En su tercero, séptimo del equipo, aprovechó un rechace del poste para batir a un arrollado Ruyales.

Otro que destacó fue Tote. El madrileño juega bien donde le pongan. Ayer, partiendo desde la derecha y en menos de una hora, puso al público en pie. Su despedida cuando fue cambiado también fue histórica. El tercer gol lo fabricó él desde la línea de fondo. Su pase de la muerte fue para Aguilar, que sólo tuvo que meter el pie. Además, marcó el sexto de la tarde, tras recibir un gran pase de Farinós y regatear a Ruyales.

También Sendoa se marcó un partidazo. Aparte de regalar dos goles a Rubén y dar el pase del octavo a Morán, el vasco acudió a su cita con el gol. Marcó el 5-0, de cabeza. Fue un gol de delantero centro. El 11 blanquiazul rememoró sus tiempos del Barakaldo.

Y así las cosas, con el tanto de Morán, de cabeza, el Hércules soltó la yugular del Sevilla Atlético, que dejó una pésima imagen en Alicante. El trámite se convirtió en goleada, y de las que se recuerdan mucho tiempo.