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Alfonso

"El físico es básico y el banquillo, fundamental"

Alfonso fue designado el mejor jugador de la pasada Liga y luchó por el pichichi con Juan Sánchez. Este año se reparte las dianas con su hermano Iván y ambos son los pilares de un Madrid que no renuncia al título y que se mide hoy al Betis.

Alfonso
Carlos martínez

Ganaron la Supercopa al Depor, pero el principal enemigo está siendo el Barça...

El año pasado Depor, Barça, Valencia y Madrid eran los fuertes, pero Betis, Sevilla o Real se han reforzado bien. La Supercopa fue el primer partido de la campaña y quizá pillamos al Depor bajo de forma, pero el Barça y ellos serán los rivales a batir.

¿Los cinco puntos de ventaja son una distancia insalvable?

Todavía nos tenemos que enfrentar entre nosotros y el partido contra el Barça será clave. Aún queda mucho campeonato y no hemos perdido así que seguimos con opciones al título.

Destacan del Madrid: su poderío físico y su plantilla.

El aspecto físico en este tipo de fútbol es básico y tener un buen banquillo, fundamental. Son importantes las rotaciones porque en una acción explosiva te quedas fundido.

Usted suma seis goles, siete su hermano. ¿Hay bromitas?

No hay piques. Salimos uno por otro y no coincidimos en el campo. Es más, no me gusta mucho cambiarme siempre por Iván porque en un momento dado podemos jugar juntos. Con estos cambios ya sabes por quién salir y dónde jugar.

En el Madrid los goles están más repartidos y se complica su lucha con Juan Sánchez.

Su equipo depende mucho de él y juega más que ninguno. Sin embargo, nosotros intentamos tener todos los mismos minutos y él es más el referente del Valencia que yo el del Madrid.

La victoria ante el Atlético fue una inyección de moral.

Coincidió con el derbi de Primera y hubo mucho morbo. No nos gusta perder con el Atleti por muy partido Indoor que sea.

Tiene pasado bético y culé, ¿por qué juega con el Madrid?

Es lógico que viviendo en Madrid juegue con los blancos, aunque el primer equipo que se interesó para que jugase con ellos tras retirarme fue el Barcelona.

De su etapa en el Betis, ¿con qué se quedaría?

Guardo un grato recuerdo de la afición y de la campaña 96-97 porque fue mi mejor año a nivel de goles. Marqué 25, aunque quedó pichichi Ronaldo. Fue un orgullo tenerle a tiro porque por aquel entonces el gordito estaba muy delgadito (risas).

Con el Indoor, los padres enseñan sus ídolos a sus hijos.

Mis amigos me preguntan dónde jugamos porque sus hijos siguen la Liga. Cada vez nos piden menos autógrafos, pero son ciclos. Estaba encantado porque hacías feliz a un niño. Es parte de nuestra profesión aunque muchos no lo vean así.

El público quiere saber qué fue de ustedes y cómo son ya.

(Risas). Nos veían en los cromos y ahora dirán: ¡Tiene menos pelo! ¡Está más gordito!

¿Qué siente al ver un estadio de Primera con su nombre?

Siendo de Getafe es un orgullo porque salió por votación popular en una revista local. Nunca he jugado en el Getafe, sí en equipos de mi ciudad hasta que fui al Madrid con 13 años.

Di Stéfano es padrino de esta Liga y fue clave en su carrera.

Camacho y él eran los entrenadores del Madrid y me subieron para entrenar con el primer equipo. Debuté y hasta hoy. Se implica mucho, viene a los partidos y es un referente.