Si no retoman las obras ya no podrán ir en la 2010-11

El nuevo estadio se ha convertido en un gran problema para el Valencia. Con las obras paralizadas y la UTE sin cobrar, la entidad de Mestalla trabaja a contrarreloj para conseguir que se reanuden los trabajos cuanto antes. De hecho, tiene 13 días por delante para lograrlo, ya que, de no hacerlo, se encontraría con un nuevo e importante obstáculo. Según fuentes consultadas por el Diario AS, tanto de las constructoras del nuevo Mestalla como del club ché, si este próximo 1 de abril no se reanudan las obras en el estadio, el Valencia no podrá trasladarse a su nueva casa en el verano de 2010, como inicialmente estaba previsto, para poder jugar allí en la 2010-11.

De esta forma, si durante los próximos 13 días Javier Gómez no consigue la inyección económica que el Valencia necesita para hacer frente a los pagos que tiene pendientes, entre ellos los 19 millones de euros que adeuda a la UTE, la construcción del nuevo Mestalla se retrasará ya de tal forma que obligaría al club a cambiar de casa en la temporada 2011-12, un año después de como estaba previsto. La otra opción sería cambiar de estadio a mitad de la campaña 2010-11, en enero de 2011, pero supondría un serio trastorno tanto para la organización del club como para los aficionados.

Actuación inmediata.

Por tanto, Javier Gómez debe acelerar los contactos para poder saldar la deuda con la UTE y retomar las obras antes del 1 de abril, fecha tope para que el nuevo Mestalla esté listo en agosto de 2010. Precisamente, el Consejero Delegado ha insistido en la necesidad de tener construido el campo en los plazos previstos para poder explotar, cuanto antes, los nuevos recursos que generará. La otra alternativa pasa por ralentizar las obras, algo que se podría hacer efectivo si no se retoman los trabajos en los próximos 13 días.

Las obras están paradas desde el 17 de febrero y adeudan 19 millones a la UTE

Las obras para la construcción del nuevo estadio del Valencia se encuentran paralizadas desde hace ya algo más de un mes, concretamente desde el pasado 17 de febrero. Ese día, Vicente Soriano firmó un documento con el delegado de FCC en Valencia, Teodoro Velázquez, y con el director general de Bertolín, Ricardo Bono, para la paralización de las obras del nuevo Mestalla debido a que el club no había podido hacer frente a los pagos que tiene pendientes con la constructora. Y es que el club ché le adeuda a la UTE 19 millones de euros correspondientes a las certificaciones de obra del pasado 31 de diciembre, del 31 de enero y del 28 de febrero. Una cantidad que deberá abonar para que se puedan retomar las obras. Además, la intención del club es llegar a un acuerdo para fijar un nuevo calendario de pagos que pueda resultar más llevadero. Aunque las obras se paralizaron el 17 de febrero, desde semanas antes ya se había reducido de forma notable el ritmo de las mismas.

Gómez confía en lograr el acuerdo con Bancaja y la plantilla sigue a la espera

Aunque apenas lleva 15 días como Consejero Delegado del Valencia, Javier Gómez está trabajando sin descanso para intentar encontrar la inyección económica que el club necesita, por lo menos a corto plazo. Y es que a la entidad de Mestalla le hacen falta unos 75 millones de euros para poder terminar la temporada. Por este motivo, Gómez tiene previsto reunirse a principios de la próxima semana con los responsables de Bancaja para intentar alcanzar un acuerdo para la concesión de un nuevo crédito. Conseguirlo, gracias al plan de viabilidad que ya ha presentado al Consejo de Administración, ayudaría también a ganar en crebidilidad ante otras entidades bancarias y podría abrir las puertas a que la Caixa o la CAM concedieran nuevos créditos. Mientras tanto, la plantilla sigue a la espera de que llegue esa solución económica para poder cobrar lo que el club le adeuda desde el pasado 1 de febrero. De momento, el mensaje que se traslada desde el vestuario es el de dejar al margen las cuestiones económicas para centrarse en lo deportivo.

Las constructoras descartan recibir a cambio una torre de Mestalla o el hotel

El Valencia ya ha sondeado a las constructoras del nuevo estadio para comprobar si estaban dispuestas a percibir el dinero que falta para terminar el nuevo estadio y que ronda los 180 millones de euros a cambio de alguna de las torres de la parcela de Mestalla o del hotel que se ubicará al lado del nuevo campo. Sin embargo, la respuesta que se han encontrado es negativa. Y es que el mensaje que se les ha transmitido desde la UTE es que ellos se dedican a la construcción y que no son promotores, por lo que no quieren asumir el riesgo que entrañaría tener que construir un edificio de pisos o un hotel y tener que venderlo o explotarlo después. Un revés para Javier Gómez, que manejaba esta alternativa como una una de las soluciones para conseguir financiación para terminar el estadio. Precisamente, desde FCC y Bertolín también le han transmitido al Consejero Delegado que, si así lo considera, le liquidan el trabajo que han hecho hasta ahora para que el club negocie con otras constructoras seguir con las obras.