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Liga BBVA | Espanyol

"Cuando me lesionó Keita decían que hice cuento..."

El sábado se cumple un mes de una de las mayores proezas del Espanyol actual, su victoria en el Camp Nou. Nadie la olvidará, y entre quienes más se acordarán está Ángel Martínez. Le lesionó Seydou Keita, y tras las últimas pruebas parece que no volverá hasta la próxima temporada.

Ángel
Carlos Mira

Una miositis osificante, curioso nombre, es la culpable de todos los males de Ángel Martínez. Aunque, dado que la lesión no se produjo por generación espontánea sino por una dura entrada de un adversario, habrá que señalar al verdadero verdugo. Se trata de Seydou Keita, que minutos después de lastimar al mediocampista en el Camp Nou fue expulsado por otra dura entrada sobre Moisés Hurtado. Ángel, a resultas de la ecografía que se le practicó el lunes, se perderá casi con total seguridad lo que resta de temporada.

"Mi pensamiento era volver a jugar en un par de semanas", reconocía ayer a AS el gerundense, a su salida de Sant Adrià con un buen recaudo de medicamentos en la mano. "Pero me encuentro bien", trató de asegurar, claramente resignado por su infortunio. "Ahora debo tener paciencia, tranquilidad y buenos alimentos", añadió. "¡Con las ganas que tenía yo de ayudar al equipo...!", se lamentó, para acto seguido refrendar que "los seguiré apoyando e intentaré estar a punto para cuando se me necesite".

Sobre aquella acción que ahora le cuesta el reposo absoluto, Ángel es precavido. No quiso lanzar a Keita a los leones, y eso que fue quien le lesionó intencionadamente. "Fue un choque fortuito", le disculpó el canterano perico. "Aunque, eso sí, cuando me retiré en camilla tras la entrada, algunos decían que hice cuento, que era mentira. Pero estoy demostrando que soy un tío legal", proclamó el futbolista.

El entorno del Barcelona, sin embargo, no resalta ahora la gravedad de la lesión de Ángel, como sí hizo en su día con la, según ellos, exageración en la roja a su protegido Keita. El médico del Espanyol, Ignacio Sitges, no tuvo más remedio que admitir ayer que "el rodillazo, el bocata del que se deriva la lesión, es de Keita. Aunque fue un lance del juego", matizó, para no alzar más los ánimos de una afición que no gana para sustos.

Aún irá a más.

Los entresijos de la lesión de Ángel merecen una explicación pormenorizada, pues no se trata de una dolencia frecuente. La misiotis, que no se pudo detectar hasta el lunes porque no es visible al menos hasta tres semanas después del golpe, es consecuencia de la rotura del cuádriceps de la pierna izquierda que desde la entrada de Keita sufría el jugador.

Pero el golpe fue con el músculo en contracción, lo que agrava la lesión. Para hacerlo más sencillo, y tal como explicó Sitges, "el músculo más cercano al hueso se calcifica, se vuelve más rígido de lo normal. Y se van perdiendo los tejidos de la musculatura". El diagnóstico no podrá concretarse hasta que esa calcificación, esa inflamación, llegue a su punto máximo y empiece de nuevo a bajar. Pero pinta a que no serán menos de tres meses, es decir, lo que queda de curso.

Curiosamente, no es la primera vez que Ángel sufre una misiotis osificante, aunque no es genético puesto que la anterior, que padeció en época de juveniles, fue justo en el cuádriceps de la otra pierna, la derecha. "No es nada frecuente", convino Sitges. Y todo por una entrada de Keita en un derbi, que eso sí, ganó el Espanyol.