Internacional | Inglaterra
Inglaterra quiere abrir Twickenham al fútbol
La Catedral del rugby, en la nómina para el Mundial 2018
El viejo Twickenham, territorio vírgen para el fútbol, aparece en la nómina de estadios que podrían albergar partidos en el Mundial 2018 si la candidatura inglesa es elegida. La Catedral, como se conoce entre los aficionados del rugby mundial, con capacidad para 82.000 espectadores, nunca ha celebrado un partido de fútbol en su interior.
Los puristas del rugby se han levantado en armas al conocer la posibilidad de que el fútbol profane este templo del rugby. Son el más fiero opositor a esta posibilidad junto a la poderosa asociación vecinal de Richmond upon Thames, que ha manifestado estar encantada con los aficionados del rugby y en contra del desembarco de las hordas de hooligans en el vecindario. Pese a ello, la Federación de Fútbol Inglesa (FA) se ha puesto en contacto con la de rugby (RFU) para acercar posturas al respecto.
Rugby y música.
Twickenham, también conocido como Twickers, es el estadio de rugby más grande del Reino Unido. El equipo local es la selección inglesa y alberga partidos de la Guinness Premiership, la EDF Energy Cup, la Heineken Cup, torneos de Seven, The Varsity Match (Oxford-cambridge), la final del campeonato escolar inglés y la final de la Army Navy. Rugby todo ello. También ha albergado conciertos de U2, The Rolling Stones, The Police, Iron Maiden, The Eagles, REM...
La candidatura inglesa, adversaria de la conjunta que presentan España y Portugal, baraja Twickers como segundo estadio de Londres, el primero sería Wembley y el tercero el Emirates Stadium del Arsenal. Otros estadios que estarán en la lista final serán Old Trafford, Villa Park y St. James Park. También se ha incluido a estadios en fase de construcción o cuyo proyecto se diseña ahora como las nuevas versiones de Anfield, Goodison Park, City Ground, Fratton Park, Ashton gate o Ellan Road. El proyecto del nuevo Anfield está congelado debido a la crisis financiera del club. Todo esto otorga más opciones a Twickenham, que abriría así la puerta al fútbol por primera vez en 102 años, para disgusto de los puristas.