Corazón Grana para el Concurso: Damián Mora

El Concurso ya ha sido aceptado por la jueza al demostrarse la insolvencia del club... y además ya tiene caras: la del letrado Damián Mora, murcianista de tercera generación confeso y autor del libro con el que se inauguró el Centenario Grana -Corazón Grana-, el decano del Colegio de Economistas, Ramón Madrid, y un representante que determine Hacienda (un buen aliado para 'apretar') que con sus cinco millones de euros pendientes de cobro se convierte en el representante de los acreedores (estos tendrán un plazo de un mes para oficializar sus denuncias).

Estos serán las tres voces autorizadas para negociar 'quitas y esperas', para aprobar pagos (siempre que haya ingresos), para comandar, en definitiva, la nave en unos meses que se tornan tan complicados como capitales para salvaguardar el futuro de la entidad. Damián Mora y Ramón Madrid conocerán esta mañana al representante de la Hacienda Pública y darán el sí a la jueza. Será a partir del lunes cuando comiencen a tomar contacto en las dependencias de la Nueva Condomina.

La elección de Mora fue celebrada, al poco de hacerse oficial la decisión, en los diferentes foros de aficionados, conocido su apego por los colores. La decisión de la jueza es más importante de lo que parece ya que de lo que sean capaces de hacer los administradores dependerá y mucho la merma de la deuda. Las Palmas, uno de los siete equipos que lo pasaron antes, cimentó su 'resurrección' (su concurso fue sobre 87 millones) en el recorte del 60% -máximo permitido por ley- gracias al 'cariño' y al compromiso de sus administradores. El Rubí Blanc grana será... Mora.

Y el economista Ramón Madrid, las cuentas

El economista sobre el que recaerá el control de cobros y pagos será Ramón Madrid, decano de los economistas de la Región e igual de prestigiado que Mora. A diferencia de este último, Madrid no es socio abonado de la entidad. A él le tocará la difícil misión de reunir el millón largo de euros que la entidad necesita para saldar mensualmente sus pagos. Casi un milagro habida cuenta de que La Propiedad no está dispuesta a pagar... voluntariamente.