Asen y Yordi liquidaron al filial en sólo media hora

El Córdoba ha dado un nuevo paso para escapar de la quema cumpliendo ayer con el 'trámite' y venciendo en la Ciudad Deportiva ante un filial que agoniza lentamente. Liderados en ataque por un Asen que le tiene cogida la medida al Sevilla Atlético, los de Luna Eslava no esperaron mucho para hacer los deberes y a la media hora ya iban ganando 0-2 gracias a los tantos del madrileño y Yordi (este en fuera de juego).

El filial no mostró el ímpetu y el descaro de otras ocasiones y lo pagó caro. Galeote arriesgó adelantando a la defensa y ésta se convirtió en un coladero, como se pudo ver en los tantos blanquiverdes. Tanto Asen como Yordi no tuvieron oposición para batir a Vargas. Con la dificultad que tiene el equipo sevillista para puntuar, los regalos atrás se convierten en goles con total seguridad. Y así es imposible elevar su casillero de puntos.

Con Navas, Gaspar y Pierini casi de espectadores, los primeros 45 minutos no tuvieron color. O sí, el blanquiverde. En el bando local sólo Cordero mantenía el tipo, mientras la defensa hacía aguas, las bandas no existían y ni Fali ni Igor la olían. Incluso el 0-2 de la primera parte pudo ser mayor si los cordobeses hubieran apretado y si el línea que dio validez al tanto ilegal de Yordi hubiera dejado seguir una contra con Asen de nuevo solo ante Vargas.

Sin historia. Como era de esperar, los cambios de Fermín Galeote llegaron tras el descanso. Sin embargo, el reglamento sólo deja hacer tres sustituciones y el técnico hispalense introdujo a Hugo, Cabral y Trecarichi, aunque poco cambiaron la historia de un partido que en la segunda mitad careció de fútbol, oportunidades e interés. Ni el filial mostraba el menor atisbo de creer en la remontada ni los de Luna Eslava quisieron hacer sangre del colista. El técnico blanquiverde se limitó a cambiar cromos sin modificar una disposición táctica que el Sevilla Atlético era incapaz de traspasar.

Incluso el Córdoba pudo aprovechar varias contras en el tramo final, pero Arteaga llegó forzado y Yordi reclamó penalti justo cuando se disponía a rematar. De lo que sí hubo tiempo al final fue para que el delantero gaditano se autoexpulsara con una fuerte patada por detrás al suizo Cabral. Ahora le tocará ver desde la grada a los suyos frente al que fuera su equipo, el Xerez. No pudo ser la tarde del todo feliz.

El detalle: las gradas, blanquiverdes

Más de mil aficionados del Córdoba inundaron la Ciudad Deportiva sevillista y dieron colorido a unas gradas normalmente desiertas. Un pequeño El Arcángel en Sevilla.