Liga BBVA | Almería
"Creo en Dios, sabía que llegaría mi momento"
De descarte a imprescindible. Iriney Dos Santos ha cambiado radicalmente su estado físico y anímico en apenas un mes y se ha ganado un puesto en el centro del campo. Ni atacante, ni defensivo, el brasileño es el hombre que Hugo Sánchez necesitaba. La fe es su principal refugio.
El 9 de enero de 2008, y por sorpresa, Iriney Dos Santos era contratado por el Almería. Llegaba tras un largo periodo de ausencia sobre los terrenos de juego tras la grave lesión en el ligamento cruzado de su rodilla derecha. El temor a la recaída dejó de ser un pensamiento para convertirse en realidad y el brasileño atravesó una de sus peores etapas deportivas. Y cuando estuvo bien, faltó confianza. Ahora todo es diferente. La fe y la vida de auténtico profesional de este futbolista son las claves de su vuelta al fútbol. "Tengo mucha fe en Dios, soy creyente y sabía que este momento iba a llegar. Trabajo y llevo una vida recta para dar lo máximo en mi profesión", confiesa.
La llegada de Hugo Sánchez coincide con su explosión. Y ésta, a su vez, con el mejor momento del carioca con la elástica rojiblanca. "Pretendo vivir las buenas situaciones, pero de las malas también hay que aprender", manifiesta en torno a su estado de forma.
El domingo será día de reencuentros. Iriney guarda un amable recuerdo de Unai Emery: "Tengo que agradecer mucho a Unai Emery. Supo cuando ponerme a pesar de que el equipo estaba a tope". Sobre si tratará de emular de Felipe Melo (autor del gol de la victoria rojiblanca la pasada campaña en Mestalla), Iriney evita comparaciones y afirma que con jugar ya se estaría satisfecho. Lo de marcar se lo deja a Negredo: "Lo que importa es la victoria. Yo simplemente firmaría jugar el domingo y que marcara Negredo, que está pasando una mala racha y lleva varios partidos sin anotar, con eso me conformaría".