Cinco y sin despeinarse

Liga BBVA | Barcelona 5 - Deportivo 0

Cinco y sin despeinarse

Cinco y sin despeinarse

rodolfo molina / josep m. lago

Este Barça rompe barreras: 50 puntos y 59 goles

La pregunta es quién le pondrá el cascabel al Barça. Acabada la primera vuelta de la Liga, Pep Guardiola y su equipo pueden presumir de haber roto barreras. Y, sobre todo, de que la moral de sus perseguidores esté bajo mínimos. Con 50 puntos (récord en una primera vuelta) y 59 goles a favor (a dos de su marca en la 96-97) camina el conjunto blaugrana con la seguridad de un blindado, pero a la vez con el movimiento sutil de un patinador que apenas roza el hielo con sus cuchillas. El Barça te seduce con los arabescos de una cobra, para después morderte en la yugular.

Miguel Ángel Lotina acudió al Camp Nou como quien va al cadalso. Avisó el técnico de los peligros de meterse en la madriguera culé, un equipo, en su definición, para disfrutar si juega contra otro y para sufrir si lo tienes enfrente. Pese a la advertencia, a los 25 segundos ya había recibido el primer mordisco (Henry, desvió Aranzubia), a los dos minutos el segundo (Henry, paró el portero) y a los 15, el tercero (Etoo, pero chutó desviado).

La verdadera sangría del Deportivo comenzaría poco después, cuando Juan Rodríguez cometió el enésimo error de su negra noche, regaló la pelota a Xavi y éste vio el desmarque de Messi. Cuando el Pulga encaró, en tres cuartos de terreno, ya se olía el gol, que culminó después de eludir a Zé Castro (que lo marcaba perfilado al revés) y cruzar de zurda, sutilmente, lejos del alcance del portero y de cualquiera.

Seis minutos más tarde otro error, esta vez de Manuel Pablo, dejó solo a Henry para cabecear un centro de Alves. Y antes del descanso (41') Etoo remató, más solo que la una, en boca de gol, el 3-0 tras un disparo de Keita que desvió un desesperado Aranzubia.

Se fue a refrescarse el Barça con el trabajo hecho. El Depor no podía reaccionar, ni siquiera ya con Lafita en el campo, tras la lesión de Guardado. Nunca tuvo la pelota el equipo gallego, por lo que Verdú se vio sólo en los marcajes y Bodipo no existió. La cobra regresó del vestuario con la pesadez de quien ya se ha saciado, pero reaccionó con Iniesta, aplaudido por el público. Enseguida tuvo el menudo canterano una ocasión de gol, que Aranzubia desvió a córner. Lotina agotó los cambios (De Guzman por Cristian y Riki por Bodipo), Messi tuvo otra ocasión clara (desvió de cabeza el enésimo centro de Alves) y fue Henry quien marcó el cuarto, tras un pase de Iniesta y disparo de Xavi que, otra vez, Aranzubia desvió sin suerte.

Y cuando el partido agonizaba, el portero derribó a Puyol (sí, a Puyol), que entraba solo en el área, y fue expulsado. Juan Rodríguez tampoco estuvo bien como portero: tiró Etoo y marcó su decimoctavo gol en la Liga y el quinto del Barça, que ni se despeinó en la tarea y se permitió dejar de atacar.