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Liga BBVA | Espanyol

Amago de dimisión, discusiones y nervios

Aseguran que el presidente pensó en abandonar, que en el palco hubo mucha tensión y que hay algunas dudas con el míster, Mané.

<b>CRISIS. </b>Desesperación en el campo, preocupación en el banquillo, desolación en la directiva. Es Espanyol, hoy.
Carlos Mira

A media tarde, el redactor de AS Quique Iglesias alertaba en su día de asueto lo que más tarde explicaba Catalunya Ràdio: "Dani (Sánchez Llibre) pensó en dimitir tras el partido". No hubo novedad durante la reunión de la Comisión Ejecutiva que ayer se celebró en las oficinas del Estadi Olímpic. Más bien al contrario, hubo un discurso políticamente correcto, con tintes constructivos y Pedro Tomás sólo verbalizó mensajes positivos. "Dani es perico de los pies a la cabeza y no abandonar otra cosa es que cerca del palco, después del empate, un par de aficionados, que no sabemos si son socios, lo insultaran gravemente, y eso no le gusta a nadie", comentó el director general.

Tomás sigue confiando en las posibilidades del equipo. Bien mirado, el equipo continúa en posiciones de descenso, cierto, pero a menos de un partido del Recreativo, serio rival para evitar el descenso. "Como aficionado me siento preocupado, pero cierto es que ahora debo confiar en la palabra de los responsables técnicos, que aseguran que hay plantilla para no sufrir. Además, por historia y presupuesto, el Espanyol tiene que estar en Primera y continuar con la tradición de ser uno de los siete equipos que no han descendido en los últimos siete años", apuntó. Pero hubo más: "Eso no quiere decir, porque no soy ciego, que el equipo no hizo una buena primera parte ante el Almería, de ahí el enfado de los aficionados".

Mané.

Sigue sin poder conseguir un triunfo balsámico que calme los nervios y la desesperación de los aficionados. No corre peligro, pero el calendario de Liga, unido a las eliminatorias de Copa, podría marcar su futuro en el Olímpic. Hay consejeros que la noche del domingo comenzaron a dudar de sus prestaciones y no dudaron en hacérselo saber a las cabezas pensantes del club. Pero no habrá novedad inmediata; calma y paciencia. El tema no se valoró en el encuentro de ayer, pese a que más de uno lo tenía en la cabeza.

Mané quiere refuerzos, que llegarían al club como una botella de protector solar a un náufrago en una isla desierta. De eso sí que se habló, pero no trascendieron nombres. Silencio, todos callados y a esperar a ver cómo evolucionan las negociaciones. "Recibimos y estudiamos los documentos entregados por Paco (Herrera) y ahora tendremos que ejecutar alguna de las opciones", se sinceró el director general.

Está el compromiso por las altas instancias del club de que las cosas mejoraran, aunque deberá ser el equipo el que trate de hacer que la pelota entre en la portería rival para comenzar a respirar.