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Liga BBVA | Málaga

Nervión y Heliópolis nunca han caído juntos

El Málaga no ganó en los dos estadios sevillanos el mismo año

<b>RETO. </b>Los jugadores del Málaga celebran el gol conseguido por Adrián en el Sánchez Pizjuán el pasado 27 de octubre.
morenatti

Otra heroicidad a la vista para el Málaga. Porque nunca en su historia ha sido capaz de ganar el mismo año en el Pizjuán y en el Ruiz de Lopera (antiguo Villamarín). La estadística otorga, por tanto, muy pocas opciones al Málaga de ganar el domingo en Heliópolis, estadio en el que además suele derretirse con facilidad en los últimos años. Pero torres más altas cayeron. Nada haría más feliz al malaguismo, que se prepara otra vez para la excursión, esta vez con esperanzas fundadas por el excelente momento en el que está su equipo.

El Málaga, en cualquiera de sus denominaciones, ha atrapado ocho victorias en el campo del Sevilla y siete en el del Betis, pero de su última victoria allí ya han pasado 20 años. Lopera todavía no había comprado el Betis, el estadio aún se llamaba Benito Villamarín y no se había emprendido ninguna reforma en el recinto. Como si estuviese más picado en sus visitas a Nervión (donde en diez temporadas ya ha sido capaz de ganar cinco veces), perdió la fórmula para ganar en campo del Betis. Pero nunca ha tenido el factor Tapia, que las dos veces que se enfrentó al Betis le recibió en La Rosaleda. Una de ellas, en uno de sus días más grandes como entrenador, con un 5-0. Fernando, que conoce bien la casa, recuerda que 40.000 personas en ese recinto gigantesco aprietan mucho. Pero el Betis tiene 18 puntos y el beticismo esperaba mucho más. Tal vez, la mejor ayuda para este Málaga que sigue sin cansarse de hacer historia.

Pérez Frías, Albis, Emilio...

Los últimos héroes del Málaga en Heliópolis están cerca. El triunfo más cercano lo certificaron Emilio y Matosas en la temporada 1988-89. Cuatro temporadas antes, Ricardo Albis, de penalti, consiguió el único gol que derrotó a los verdiblancos. Y hace ya 32 años, cómo pasa el tiempo, un jovencísimo Juan Carlos Pérez Frías marcó el 0-1. Que le dé la receta a su sobrino Nacho.