Se centra en la salvación pero no renuncia a nada

Cuando Valdano habló del fútbol como una cuestión de ánimo no pensaba en el Murcia, seguro, pero su redonda sentencia sirve para resumir la mutación emocional que embarga a la caseta desde la llegada de Campos. Desde que el de Mazarrón tomó el mando todo ha cambiado; si a eso suman el plus de fe que ha dado el triunfo en el Rico Pérez se llega a la conclusión de que el vestuario ha dejado atrás sus miedos para pensar en positivo... tanto como para creer que salir de la zona de abajo será cuestión de acertar en los próximos partidos en casa; tanto como para creer, de cara al exterior les cuesta más si quiera insinuarlo, que encadenando cuatro buenos resultados el furgón de cabeza podría incluso estar a tiro.

Con un partido pendiente, el que debe jugar el 21 ante el Celta, el Murcia está a 14 puntos de la cabeza. Cinco partidos de diferencia que podrían ser insalvables en un año con dos o tres equipos claramente destacados (son ir más lejos el año del último ascenso grana, a estas alturas Murcia, Valladolid y Almería ya mandaban con autoridad), pero que este año dado el nivel mediocre de la categoría lo hace salvable.

Nada más acabar el partido ante el Alicante, Capdevila recordaba la racha de "veintitantos partidos sin perder que alcanzó el Valladolid...ya se ha hecho una vez, por qué no repetirlo". Otros como Iván Alonso se agarran "al partido a partido, a saltar sabiendo que les podemos ganar a todos... pero sabiendo que todos nos pueden ganar". Aquino hablaba de "salir a ganar cada domingo". Todavía se estaría a tiempo. Mirando arriba, y excepto el Zaragoza, no se ve ningún equipo intratable.

Recortar un partido de diferencia por mes

Cinco partidos de desfase que pueden ser cuatro ganando al Celta en Nueva Condomina en el partido aplazado. Lo que deja en cuatro los partidos los que debe recortar el Murcia para pensar en esa locura que hoy por hoy es el ascenso. Para consolidar sueños nada mejor que fijarse en las últimas jornadas del presente campeonato: se suceden los empates, casi nadie gana y el que lo hace salta 'de tres en tres'. El caso más paradigmático es el del Celta de Pepe Murcia que arrancó igual o peor que el Murcia pero que acumula más de dos meses sin perder. Para subir, al menos en los últimos años. había que superar los 70 puntos pero quizás este año, en esta Segunda 'igualada por abajo' quizás no sea necesario tanto. El primer reto: salir de la cola; el segundo recortar distancias para llegar a las ocho últimas jornadas a uno o dos partidos... En manos de los Campos Boys está la película.