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Óscar Sielva

"¡Cómo voy a desear que se acabe el 2008!"

Fue una de las sensaciones de la pretemporada y se ganó un puesto con los profesionales hasta que se lesionó con la Selección. Una vez recuperado, se lastimó los isquiotibiales. Revisó con AS el 2008, el mejor año de su vida.

Acabó el año jugando en el Juvenil.

El equipo que me toca por edad.

¿Lo raro es verle jugar con el primer equipo?

Raro, raro, no. Me convertí en el jugador más joven del campeonato, tras ser alineado ante el Valladolid y el Barcelona, pero nada más. Aquí estamos todos para jugar y ayudar en lo que podamos cuando se nos necesite o se nos dé la oportunidad de demostrar nuestra valía.

¿Le asustó cuando Bartolomé Márquez lo convocó para ir con los profesionales al stage de pretemporada en Peralada?

No, ¿por? Además, ya sabía que podría tener la oportunidad.

Que no desaprovechó.

Siempre me sentí feliz jugando, hasta que me lesioné con la Selección.

Si es que no se puede estar en todos lados.

Pero hay que tratar de acudir cuando los supervisores profesionales lo requieren.

Muchos pericos suspiran para que acabe el año.

Pues yo no quiero que se acabe nunca el 2008.

Su año.

A nivel personal, no podré olvidarlo nunca; ¡como voy a querer que se acabe! Ahora, mirando o pensando en el colectivo, las cosas se ven de otro manera y será bueno darle un portazo a la mala racha.

Pero eso no depende de las casualidades y sí de la entrega.

Nunca nadie podrá decir que ningún compañero se dejó la piel por el equipo o que no nos esforzamos sin interés: el profesional sabe lo que tiene que hacer en cada momento.

Lo tiene claro.

Trato de amoldarme a mi realidad.

En verano nos explicó cositas sobre sus estudios. ¿Cómo los lleva?

Bien, entre examen y examen. La idea que tengo es la de poder ir acabando pronto la ESO y después ya decidiré qué es lo que quiero hacer.

Le aconsejo que no deje de estudiar.

Sé muy bien que todo esto es compatible con el fútbol, mi vida. Una vez supere esta propuesta trataré de enrolarme con algo del deporte.

¿Ya le conocen por la calle?

Bueno, alguien me reconoce, pero prefiero pasar desapercibido.

¿De ahí que vaya con gorra?

No, me ayuda a reservarme del frío y además, me gustan.

Pero sí que habrá firmado algún autógrafo.

En Peralada, a la salida de algún entrenamiento o tras haber jugado los partidos, pero poca cosa, ya sabe, soy bastante tímido y reservado ante ese tipo de situaciones.

Pero en Sant Roc (barrio de Olot que lo vio nacer hace 17 años) debe guardarse la vergüenza.

Aquello es otra cosa; el barrio es mi casa, mi zona, mi territorio, mi lugar predilecto y donde realmente me siento como en casa.

¿Y lo de jugar en el Juvenil?

Me lo propusieron para coger ritmo. No tuve suerte con las lesiones. Primero el hombro y después los isquiotibiales.

Riesgos del fútbol.

Sin duda. Además son situaciones que te hacen madurar y lo acabas viendo todo de otra manera. Me frenó, puesto que tenía ganas de seguir jugando al nivel más alto, pero me vi frenado. Cosas que suceden...

¿Y por qué no participó con en el filial de Josep Clotet?

Tuvieron muchas lesiones semanas atrás, pero en el centro del campo andaban sobrados de efectivos. Así que para no mover muchas fichas, decidimos estar con el equipo de Ramon Guerrero.

¿Y qué tal se sintió?

Bien, aunque tuvimos algunos arbitrajes de órdago en el que nos expulsaron jugadores y acabamos perdiendo. Ante el Cornellà acabamos con nueve No se crea, la categoría es complicada, el nivel, muy alto y en el que ya se pueden ver cosas muy buenas.

Volvamos al primer equipo, ¿cómo lo ve?

Bien.

¿Aprendiendo a sufrir?

Pienso que hay equipo como para estar en una zona mucho más tranquila y con aspiraciones. Incluso hasta para tener aspiraciones mucho más altas. Pero entre todos debemos saber donde estamos y cuál es el objetivo prioritario.

Ahora salir del pozo.

Lo haremos, no lo dude.

Pues nada, que la batalla les sea leve.

Ustedes, la prensa, también pueden ayudar en todos los sentidos.

¿Cuántas veces ha visto el partido de Manchester?

Pocas, pero fue un premio sensacional para mí. Fue increíble estar en uno de los templos del fútbol, rodeado de tanto fenómeno y con la ilusión de poder jugar en el campo del campeón de Europa.

¿Se llevó algún regalo?

Sí.

¿El qué?

La camiseta de Ryan Giggs.

¿Y dónde la tiene?

Enmarcada y colgada junto a la que vestí el día que debuté en Liga, frente al Valladolid.

Que tenga una buena entrada de año y que el 2009 sea mejor que el presente

Muchas gracias. Lo celebraremos entrenando y con toda la ilusión del mundo. Pero, ¿entiende por qué no quiero que acabe el 2008?