Jiménez aparta el látigo y apuesta por los mimos

Muchos pensaban que el regreso de Manolo Jiménez a los banquillos iba a dejar un sinfín de imágenes inolvidables y varios titulares jugosos. Sin embargo, el nuevo técnico del Alicante, lejos de sacar el látigo y apelar a la testiculina, sacó a relucir su versión más dócil. El entrenador extremeño, con una sonrisa casi perenne, estuvo especialmente cariñoso con sus nuevos pupilos, a los que dedicó mimos y palabras de apoyo durante las dos horas que duró la sesión matinal. "¡Con lo buenos que sois y lo que os cuesta demostrarlo los domingos!", gritó ayer en más de una ocasión Jiménez en el Albir, donde el Alicante está realizando una mini concentración. El entrenador celeste también quiso endulzar su primera sesión con el esférico, sobre todo con ejercicios que tenían como objetivo afinar la puntería.

Sin embargo, una de las cosas que más llamó la atención de la primera sesión de Jiménez es el gran ambiente que reina en la plantilla, a pesar de que Juan Antonio Iniesta, presidente celeste, insiste una y otra vez en que el vestuario está fracturado. "Si algo tiene este equipo, es que hay un buen grupo. En ningún momento hemos tenido una pelea. Esos comentarios que apuntaban que el vestuario estaba dividido son mentira. Quiero aclararlo porque nos han hecho mucho daño", comentó ayer Unanua.

El portero del Alicante también entonó el mea culpa tras la locura que se ha vivido en el banquillo celeste. "La culpa es nuestra. Hemos echado a tres entrenadores y esperemos no echar al cuarto", sentenció uno de los pesos pesados.