Aurelio, el rey de Heliópolis

Sólo había transcurrido un minuto y diez segundos. Mehmet Aurelio (o Marco Aurelio en su versión brasileña e imperial. Porque este es el emperador del mediocampo) se sacó de la chistera un maravilloso pase sobre Damiá. El de Olot, admirador de Oddo, del Milán, se fue con inteligencia, ganó la espalda a su par, el sevillano Corrales, y se la clavó a Moyá. 1-0. Alegrón para el sufrido Chaparro y los planes del también andaluz Goyo Manzano, al garete. Damiá celebró el gol con un gesto como poniéndose unas gafas en dedicatoria a un amigo muy querido para él, psicólogo de profesión.

De esta forma, el fútbol premiaba al Betis. No es normal que este equipo, jugando mejor que el Milán de Sacchi y Capello, fuera colista con sólo dos puntos. Mala tarde para los bermellones, destinados tal día como ayer a pagar los platos rotos. Pero, todo hay que decirlo, sin desentonar ni dar triste imagen. La mala suerte del Mallorca fue tropezarse con un maravilloso Betis. Maravilloso y ayer afortunado.

Ver el trabajo de los centrocampistas locales era una delicia. ¡Qué manera de presionar! ¡De recuperar balones! ¡De tapar huecos! En condiciones normales, el Mallorca hubiera obtenido réditos al buen planteamiento de su entrenador. Pero es que ayer el Betis fue imparable. Para que se hagan una idea, fue el Betis del primer tiempo contra el Villarreal.

Aurelio (insisto, ¡espectacular!) era un portento. ¡Estaba en todas partes!; Emaná jugaba y hacía jugar; Capi repartía juego a raudales y Pavone trabajaba con la honradez de siempre. Se merecía un gol y este se lo dio el camerunés al filo del descanso. ¡Cómo lo celebró! Emaná se la puso en bandeja y el argentino al clavarla en el fondo de la red se liberó. Se quitó un peso de encima.

Minutos brillantes

En la segunda parte, Manzano quitó a Varela para buscar soluciones con la magia del venezolano Arango. Su imagen mejoró. La obligada propuesta ofensiva mallorquinista derivó en un espectáculo muy atractivo para los espectadores con ocasiones de gol para dar y tomar. El Betis tuvo ¡12! por seis del Mallorca (que tampoco está mal). Casto tuvo una acertada intervención deteniendo un buen remate de David Navarro, Gonzalo Castro, Webó y posteriormente el menudo y veloz Keita (mide 1.69) creaban algunas complicaciones (Chaparro acertó poniendo a Melli de central y adelantando a Arzu).

Tras las desafortunadas lesiones del exquisito Jurado y Damiá, la afición del Betis recibió con una impresionante ovación a Edu, que se estrenó en la Liga tras recuperarse de su lesión. No menos aclamado fue Pavone en el momento de la sustitución.

Los de Chaparro no bajaban el pistón y mostraban un sobresaliente tono físico. El partido era un correcalles, un toma y daca, pleno de intensidad, interés y donde nadie bajaba los brazos. Hubo una jugada donde Pérez Lasa mostró una amarilla a Pavone por simular caída dentro del área. La realidad es que Nunes le agarró fuera del área. Falta, sí. Tarjeta, no. No podía faltar el clásico fallito arbitral.

La llegada del 3-0 era cuestión de tiempo. También del 2-1, que el Mallorca también merecía. Y llegó el gol. ¡Otra nueva recuperación de balón del portentoso Mehmet Aurelio! El balón llega a Sergio García quien mete a Emaná un pase de la muerte que este hombre (definido como un toro por Odonkor) hizo su primera diana oficial como verdiblanco (ya había marcado en un amistoso en Málaga). El Betis no ganaba en casa desde el 23 de marzo (3-2 al Barcelona). Ayer, triunfo. Y tiene mérito. Derrotó a un buen Mallorca.

De esta forma, el Betis por fin ve premiado su buen arsenal de fútbol. El Mallorca encaja una segunda derrota consecutiva que frena su muy buen comienzo liguero. Es un equipo que, pese a las marchas de sus buques-insignia transmite buenas sensaciones. El palo se lo llevó encajando un gol tan pronto. Esto te mata.