Segunda | Real Sociedad 2 - Real Murcia 0

Prieto y De Cerio atizan al Murcia

Los de Clemente se volvieron a quedar a cero. Un penalti dudoso, pitado a Campos, marcó el partido. Los granas, colistas. La Real, justo vencedor

DE VACÍO. Así se vino el Murcia de Anoeta.

Cierto que la Real encarriló su triunfo con un penalti cuando menos dudoso, que el JaviMurcia mejoró un poco su deplorable imagen de citas anteriores, pero la resultante, y sin que estas razones sirvan como eximente, es la misma: el equipo de Clemente llegará al primer mes de competición con cero puntos en su casillero, como colista y con muchas dudas. Las lógicas de un equipo llamado a estar arriba que se encuentra en el pozo, las lógicas de un equipo que todavía no se sabe bien a que juega y al que los rivales, y ese es un grave problema, puedan ganar con muy poco. No fue el caso de la Real que antes de llegar a la media hora de juego podía ir ganando por goleada de haber acertado De Cerio en alguna de las que dispuso, de no haber estado ahí, bajo palos Elía, junto a Capdevila el mejor de un Murcia, y es otro dato, que da la sensación que tiene jugadores para jugar de otra forma y al que claramente Clemente no ha sabido exprimir todavía y al que generar oportunidades (de cualquier categoría) le cuesta una barbaridad. En el que es otro aspecto a mejorar y otro motivo para la preocupación.

Un Murcia que volvió a ver como el partido se le ponía cuesta arriba cuando los dos equipos estaban empezando a situarse sobre el verde. Ocurrió hace siete días con Lillo y ayer le tocó a Campos. Los dos bisoños, los dos blanco fácil para unos árbitros que ven sus 'caritas' tiernas y no lo dudan. Es como si llevaran pintado en la frente 'píteme lo que quiera que soy nuevo en Segunda'. Pino Zamorano lo hizo y Prieto puso por delante a la Real. El gol dio alas a los locales que, con un fútbol de ese que no abunda ni en Primera, ni mucho menos en Segunda, sacó del campo a un Murcia que asistía impotente al juego coral de una Real en la que De Cerio pone la pegada pero en la que tres violinistas del nivel de Sergio, Prieto y, sobre todo, Marcos son capaces de generar jugadas de gol a cada minuto. El killer, Cerio tuvo dos que Elía atajó de lujo, Marcos otra y Sergio, otra más. Todo eso fue capaz de hacerlo la Real en media horita. Para todo eso, el Murcia de Clemente necesitaría toda una vuelta... o más. En el primer periodo los grana solo generaron una llegada. Fue en el tramo final, cuando la Real bajó en vista de que ya no era necesario apretar más (y quizás también fruto de la fatiga a la que lleva el fútbol de triangulación que hacen). Capdevila centró y a Sikora le faltó decisión y quizás una pierna más larga para marcar.

Tras el descanso, Clemente tuvo que tirar de Iván Alonso (¿sería otra prueba más? ¿Serían sus ganas de dejarlo en evidencia? ¿Será que se ha dado cuenta de que es su mejor delantero?). Las diferencias ya no fueron tan notorias. Marcinho empezó a hacerse presente y ese De Lucas infatigable (corre como el que más, pero...) pero seguía siendo la Real la que generaba oportunidades. En el segundo tiempo, y antes de que De Cerio sentenciara el partido con un golazo de crack (al ponerla en el palo largo con una rosquita letal) la Real ya había engordado su lista de oportunidades. Para entonces Anoeta ya sabía que su equipo se iba a quedar con el botín. Fue en ese momento, con el 2-0 en lo alto del lomo, cuando Clemente sacó a Cuéllar. Antes había hecho lo propio con Aquino. Demasiado tarde para pensar que con ese equipaje se podía pescar en Donosti.

Antes del pitido final Iván Alonso puedo recortar distancias pero el potro Zubikarai se la arrebató como si fuera un carterista. Hubiese dado lo mismo.La película, ya vivida antes -la racha de Clemente sigue engordando derrotas y ya luce un 2 de 15- estaba escrita y por desgracia con inicio y final infeliz. Negro, tanto como el futuro de un Murcia al que Clemente es incapaz de enderezar. Un futuro que se torna oscuro y en el que pasan los días y pesan las derrotas. Muchos golpes en la cara de un equipo que es como esos boxeadores que terminan' tarados' de verse tantas veces abajo. De ver como entre pelea y pelea todo es ruido y como tras los partidos todo es silencio. El sonido más desolador, el que hace que se propaguen las dudas fuera... y dentro.

Javi apostó por Lillo

La duda en la defensa era la presencia de Lillo o no. Al final, Javier Clemente apostó por el joven jugador y no por Bela Balogh (que era el candidato a suplirlo) repitiendo así la línea defensiva de la primera jornada. En el encuentro pasado ante el Levante, De Coz fue titular ante la ausencia de Peña pero ayer no entró ni en la convocatoria del técnico vasco.

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