Pekín 2008 | Fútbol | Brasil 2 - Camerún 0
Sobis y Marcelo salvan a Brasil en la prórroga
Un gol del bético Rafael Sobis y otro del madridista Marcelo, logrados ambos en la primera parte de la prórroga, derrotaron a un Camerún con diez, sacaron a Brasil del atolladero en el que se encontraba y sellaron el billete para semifinales de una hoy vulgar "canarinha".
Pese a jugar ante un equipo en inferioridad prácticamente toda la segunda parte, a Brasil, tremendamente gris en la tarde de hoy, le costó sangre y sudor doblegar a unos "leones" que volvieron a demostrar de dónde procede el calificativo de "indomables".
Brasil consiguió así ahuyentar definitivamente el fantasma de Sidney 2000, donde una Camerún con nueve y también en los cuartos de final eliminó a la "canarinha" en la prórroga, cuyo recuerdo y el miedo a que se repitiera planeó hoy por el Estadio Olímpico de Shenyang.
Dunga apostó por su ya clásico esquema 4-5-1 que tornaba a 4-3-2-1 merced a las incorporaciones de Ronaldinho y Diego. Sin embargo, introdujo dos modificaciones en el once que nadie esperaba: Breno por Thiago Silva en el eje de la defensa y, sobre todo, Rafael Sobis, que terminó dándole la razón, por Alexandre Pato en punta.
Brasil comprobó desde el saque de centro que Camerún iba ser un duro hueso de roer. Los africanos, con un 4-4-2 con su jugador más destacado, Song, ejerciendo la labor de director de orquesta bien desde el medio centro, al principio, bien desde el centro de la defensa tras la temprana lesión de Mbia, interrumpieron una y otra vez, en ocasiones sin contemplación alguna, las posesiones de la "canarinha", dificultando sobremanera su construcción del juego.
Además de músculo, los africanos hicieron gala también de buenas dosis de velocidad y demostraron que estaban capacitados para salir con rapidez y plantarse en dos pasos en las cercanías del área de Renan apenas recuperaban el balón, factor que expandió cautela entre los brasileños y que impidió que la "verdeamarella" optase, temerosa de verse sorprendida a la contra, por buscar con alegría la portería de Tignyemb, cuya defensa apenas dejaba espacios.
Camerún tenía el partido anudado de tal manera que el tanto brasileño sólo podía llegar mediante alguna acción individual, fallo de los africanos o jugada a balón parado.
No aconteció ninguno de los tres supuestos y los dos equipos enfilaron el túnel de vestuarios tras firmar una primera parte aburrida, en la que el dominio correspondió a la "verdeamarella", que no pudo, no obstante, fabricar ocasiones de gol reseñables, salvo una falta botada por Ronaldinho en el minuto 3 que despejó Tignyemb.
Camerún trató de estirarse algo en la reanudación, pero vio entorpecidos sus intentos con la expulsión de Baning en el minuto 51, que ya debió abandonar el partido en la primera parte (también Diego pudo hacerlo en los primeros compases de la segunda mitad), pese a lo cual no se arrugó y, por momentos, pareció que eran los africanos los que jugaban con once ante un Brasil nervioso y sin ideas.
El duelo volvió a ceñirse así al guión que siguió en la primera, con una "canarinha" incapaz de transformar en oportunidades su superioridad numérica y su control del balón, ni siquiera con la entrada de Thiago Neves, el mejor ante China, y una Camerún agazapada confiando en poder imponer su fortaleza física con el paso de los minutos y asestar el mazazo a los de Dunga.
El encuentro parecía abocado a la prórroga y a ella llegó porque ninguna de las estrellas brasileñas hizo acto de aparición tal y como el partido requería. Camerún tenía el duelo donde siempre lo quiso tener desde el principio.
Y entonces, en el minuto diez de la primera parte de la prórroga, cuando quien más quien menos ya comenzaba a pensar en los penaltis y se preguntaba por qué Dunga no buscaba fórmulas que revolucionasen el choque, como sustituir a un inédito Rafael Sobis por Alexandre Pato, surgió el delantero del Betis para abrir el cerrojo africano y sacar a Brasil del tremendo aprieto en el que vivía.
El de Erechim aprovechó un pase en profundidad de Diego tras un robo de balón en el área brasileña y superó a Tingnyemb en su salida, un gol que, además, alumbró a Brasil, que entendió que encerrarse y defender el 1-0 hubiese sido jugar con fuego.
Así, la "canarinha" siguió intentándolo y Marcelo, con la derecha y tras una bonita y precisa pared con Thiago Neves cuatro minutos después, permitió respirar definitivamente a Brasil y cerrar el partido.