Primera | Espanyol

"¡Luis, no te vayas!"

Unos 60 niños revolucionan la estadía con sus cánticos y pancartas

Dos autocares repletos de chavales de entre ocho y diez años desembarcaron ayer en Peralada, a media sesión preparatoria del Espanyol. Camisetas amarillas, pancartas en ristre y gargantas afinadas, estos 60 niños y niñas del Casal i Campus Maristes de Girona se aferraron a las vallas que rodean el campo de entrenamiento y, en cuestión de minutos, revolucionaron la estadía. "¡Luis, no te vayas!" y "¡Luis, quédate" fueron los gritos de guerra preferidos por estos aguerridos seguidores, que demostraron su condición de españolistas entonando todos los cánticos conocidos de la Curva, e incluso creando algunos para la ocasión, como éste: "Hemos venido a Peralada a animar al Espanyol. Blanquiazules hasta la muerte, periquitos cien por cien".

En efecto, Luis fue el jugador más vitoreado, por lo que tuvo que abstraerse para mantener al máximo la concentración en el entrenamiento mientras recibía el cariño de los aficionados. Pero la estima se fue repartiendo, como se evidenció cuando Raúl Tamudo e Iván de la Peña ingresaron en el terreno de juego a la carrera, más tarde que el resto de la plantilla. No cesaron de corear sus nombres. Y al término de la sesión se desencadenó la locura. Los 60 niños pudieron acceder al césped para pedir autógrafos a sus ídolos y fotografiarse con ellos. No hubo obstáculos, nadie escapó, pero los futbolistas acabaron llegando al hotel media hora más tarde de lo habitual.

Champions. Uno de los niños más avispados gritó lo siguiente a los jugadores: "El Espanyol es el mejor. Quedaremos primeros, iremos a la Champions y también la ganaremos". Con el mismo positivismo desplegaron hasta cuatro pancartas de apoyo.

"La força d'un sentiment", "Tamudo blanc i blau per sempre", "Pericos 100%, Luis et volem sempre a l'Espanyol" y "Estem amb vosaltres, ànims Tintín" fueron los lemas de los despegables. La tranquilidad volvió sobre el mediodía. Pero Luis ya sabe qué piensa el españolismo: "no te vayas".

"Me váis a poner colorado"

Los mismos 60 niños que corearon el nombre de Luis aprovecharon el final del entrenamiento para abordarle en masa. "No me cantéis nada, que me da vergüenza", les comentó el delantero. "Luis, quédate", insistieron, a lo que el asturiano les respondió: "Me voy a poner colorado". Si se queda, Luis sabe que tiene una afición entregada.

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