Primera | Espanyol 1 - Zaragoza 1

Oliveira caza un punto quizá clave en Montjuïc

Dos mil maños lo festejan con delirio. Golazo de Riera

Tomás Guasch
EL GOL PERICO. César se ha visto superado por el tiro de Riera que se cuela junto a su poste derecho. Parecía que iba a ganar el Espanyol.Carlos Mira / Rodolfo Molina / Anna Roig

No hubo ganador en la final sin Copa que jugaron ayer Espanyol y Zaragoza. O sí lo hubo: la afición blanquilla que festejó el gol de Oliveira y el 1-1 final como si de un gran triunfo se tratase. El punto lleva a su equipo a zona de descenso, pero yo entiendo su euforia. El 1-0 era casi mortal; todo lo que sea sumar vale. Deben ganarle el sábado al Depor sí o sí, pero 38 puntos no son 37. Lo parecen, pero no lo son. Les queda muchísimo por sufrir, con eso ya cuentan. En su situación, no perder es vital y lo consiguieron.

Delante estuvo el Espanyol, que por fin metió un gol, llevaba cinco jornadas sin conseguirlo. Veamos: la primera parte fue de un largo y absurdo tanteo, una buena manera de explicar que nadie jugó nada. El Espanyol controlaba la situación ante un rival timidillo, que parecía alcanzar su meta manteniendo la puerta a cero. Los generadores visitantes estaban bajo mínimos; los locales defendían bien, pero atacaban mal. En el descanso debió pasar algo, Valverde y Villanova rugirían porque los muchachos todos salieron con otro tono. El Zaragoza adelantó líneas una vez comprobó que Chus Herrero, tan exigido en el lugar de Ayala, estaba en buena tarde. Cuando mejor jugaban los aragoneses apareció Riera. Los hay que dicen que su gol fue un churro, que quiso centrar y no ponerla dentro, en la escuadra del adelantado César. Pero lo intentó y le salió perfecto.

Al limbo. El Espanyol tuvo el partido en el bolsillo en una jugada de Rufete que dejó a Luis García sólo, a dos pasos de la línea de gol, vencido César. Un mal bote, una mala elección en el golpeo, la Virgen del Pilar en el día de la de Montserrat que fue ayer, hizo que la bola se perdiera por la línea de fondo cuando los zaragocistas pedían la cicuta.

Esa jugada afortunada animó definitivamente a los de Villanova a irse a por todas. Lo lograron con suspense. Marcó Óscar, pero Iturralde había pitado penalti por mano (o barriga) de Rufete. El 1-1 en el limbo y Oliveira que va a por uvas: gol y locura aragonesa. 1-1, sí. Y ahora, todos contra el Depor. El Zaragoza, por su vida; el Espanyol para bajarlo de la Intertoto. Él visita al Levante...

E. Valverde: "La UEFA nos queda lejos"

"Merecimos más. Este resultado nos hace más daño que bien: la UEFA nos queda un poco lejos. Pudimos resolver y la sensación que tuvo la gente es que estábamos más cerca de hacer el segundo que de empatar. Si queríamos entrar en la UEFA, era necesario poder conseguir la victoria. Ahora tenemos que ganarlo todo y que el resto siga fallando. No sé si fue penalti. Rufete me dijo que fue un rebote el que le dio en la mano".

M. Villanova: "Pudimos hacer más cosas"

"No le puedo pedir más al equipo. Di por bueno el empate, si es que el sábado podemos ganarle al Deportivo. El equipo jugó con mucha voluntad, aunque no estuvo muy acertado en el último pase y acusó la ansiedad. Podríamos haber hecho más. En la segunda mejoramos y dominamos el partido, sobre todo a raíz del gol de Riera, uno de esos centros que se va envenenando hasta convertirse en un golazo".

El detalle: el Zaragoza, afición de 10

Fueron dos mil, pero hicieron ruido como si fuesen veinte mil. Desde media mañana Barcelona se tiñó con los colores del Zaragoza.

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