Ronaldinho preocupa más en Barcelona que el Madrid

Un rebote en una ruleta. Así ve el barcelonismo esta Liga, convencido de que su equipo no la merece, pero el Madrid tampoco. Y que como decía Alfredo Relaño hace unos días, quizá lo más correcto sería declararla desierta. Quedan nueve jornadas: quizá en ese tiempo sí surja lo más parecido a un campeón.

Los azulgrana más críticos levantan la bandera del Villarreal, y no fueron ayer pocas las tertulias en las que se planteó que un triunfo del equipo de La Plana sería el mejor castigo para Madrid y Barça. Por el mal juego de unos y por la indolencia de otros. Que en eso están de acuerdo desde Johan Cruyff al último hincha culé: el Madrid juega mal, pero da el callo. Es decir: le faltan luces, fútbol, pero no voluntad. El Barça no juega bien pudiendo hacerlo por pasotismo de sus jugadores más emblemáticos.

Así, el nuevo clavo ardiendo del club es el joven Bojan Krkic, de 17 años. Todo un golpe en la frente de Ronaldinho, de Deco, de Henry... Un rebote en una ruleta. El culé no se toma muy en serio esta Liga. Un día a siete puntos, otro a cuatro, ¿a cuántos el domingo? La conclusión más compartida es que el título se decidirá en el clásico del Bernabéu, pues no parece que para entonces (jornada 35) hayamos llegado a una decisión. Que también está el Villarreal, en liza por los errores de los grandes.

No recordamos una situación parecida: nadie en Barcelona es capaz de apostar hoy por un triunfo de los de Rijkaard ante el Betis ni por el del Madrid, en casa, frente al Sevilla. Les pasa lo que a Iván Helguera, cuando dijo el domingo en AS: "¿Real Madrid o Barça? No me fío de ninguno de los dos".

De este modo, el asunto Ronaldinho preocupa más en el Barça que el Madrid y no debe extrañar. Si los de Schuster hacen medianamente bien sus deberes serán campeones; si el Madrid se entona, los demás tienen poco que hacer. Y el Barça que cayó en Valencia en Copa, ante Atlético y Villarreal y no pasó del empate en Almería en Liga, es todo menos un equipo fiable. Los artículos en Prensa y los editoriales en radio y televisión ayer se repartían entre el triunfo del Valencia en Chamartín, que animó la Liga, y la situación del brasileño, al que todos atizan. Estamos como hace una semana, cuando les contábamos que Ronaldinho es noticia juegue o no juegue, gane el Barça o no gane. La culpa debe ir compartida: él no ayuda con su peculiar estilo de vida y el club abrió la veda para situarle como el gran culpable si la temporada acaba mal.

En el descanso del partido con el Valladolid el director deportivo Begiristain atizó al 10 y también Cruyff, con esta frase: "Los jugadores importantes no deben perderse los partidos importantes". Él, que pasó sus últimos tres años en el Camp Nou sacando de banda... En su artículo de ayer en El Periódico abundaba en la misma teoría: "Son los veteranos los que deben tirar del carro". En realidad, el que más tiró esta vez fue el susodicho Bojan.

Divorciados.

La impresión general es que el divorcio Barça-Ronaldinho es irreversible. Algo gordo falló en la relación club-estrella, episodio muy repetido en la historia barcelonista: su primer ídolo, Pepe Samitier, acabó en el Madrid, y por la puerta de atrás se marchó hasta Maradona. Algo gordo falló para que a quien se le iba a extender un contrato hasta 2014 sea el gran problema ahora. El Barça ha decidido venderlo, pero ¿a quién? ¿Existe un club capaz de pagar un dineral por su traspaso y a él un contrato de seis millones de euros limpios, el doble Hacienda mediante, que es lo que cobra ahora?

Nadie sabe si Ronaldinho está lesionado. Lo estuvo, no lo estuvo... Pero no jugó en Valencia ni ante el Valladolid. Y sería bueno recuperarlo para la Champions... Sobre él, el club sólo se ha manifestado a través de un comunicado médico que lo desairó: "Ronaldinho no está lesionado", se escribió en él. Su hermano Roberto explicó que se dio sin el consentimiento del jugador. Laporta le contestó que de ninguna manera se hizo para molestarle... La última, según El Rondo de ayer, es que Etoo y Touré se manejan en contra de Ronaldinho, cuyos problemas arrancan de aquellas declaraciones del camerunés en Vilafranca hace un año, cuando arremetió contra él, contra Rijkaard y contra todos... menos Laporta y su directiva. La que para motivar al equipo en Mestalla le ofreció una prima, en práctica más propia de los años 50...

"El club se bajó los pantalones con Ronaldinho y otros y lo estamos pagando". Acabemos con esta frase de un jugador azulgrana. Ronaldinho preocupa más que el Madrid en el Barça. ¡Vivir para ver!