El jugador del Athletic Club Joseba Garmendia ha pasado una noche "ajetreadilla" como consecuencia del fuerte golpe en la cabeza que recibió ayer tras un choque fortuito con el portero del Getafe, ''Pato'' Abbondanzieri, pero se encuentra "bastante bien".

"La noche ha sido un poco ajetreadilla por el dolor de cabeza, pero me encuentro bastante bien. Me han prescrito 48 horas de reposo relativo y si estoy bien el miércoles volveré con el grupo", manifestó el propio Garmendia hoy en Lezama.

El jugador recuerda cómo se produjo la acción, apenas unos segundos de que ingresara en el terreno de juego para sustituir a Fran Yeste en el minuto 83, pero tiene una laguna que va desde el momento del impacto hasta que fue obligado a tumbarse en la camilla para ser retirado del campo.

"Me acuerdo de que Pablo (Orbaiz) lanza la falta y veo claro que el balón viene hacia mi, lo que no veo en ningún momento es al portero. Ese golpe sorpresivo es lo que hace que pierda el norte", relató.

"Creía que sí podía seguir, pero analizando ahora la situación el intervalo que va desde que choco contra el ''Pato'' hasta que el médico me coge en brazos y me recomienda que me tumbe, no lo tengo muy claro", añadió Garmendia, quien confesó que no ha visto las imágenes del choque y, además, le han recomendado que no las vea.

El jugador vizcaíno, una vez que se dio cuenta de que estaba siendo retirado en camilla, fue "consciente en todo momento" de "dónde estaba" y qué le había sucedido. "En ese sentido no tuve ningún problema", señaló.

Al acabar el partido, y tras tranquilizar y felicitar a sus compañeros por la victoria en el vestuario, Garmendia abandonó San Mamés por su propio pie acompañado por el jefe de los servicios médicos del Athletic, Josean Lekue, para ser sometido a un TAC en una clínica bilbaína que arrojó un resultado "normal".