Petardazo a la crisis: Valverde sienta a Luis

No pasa por su mejor momento el vestuario del Espanyol. Sumar seis derrotas en siete partidos ha provocado que los nervios estén alterados. Ernesto Valverde no hace más que tratar de charlar con sus futbolistas, aunque parece que el mensaje no ha quedado del todo claro. Por ese motivo, el técnico decidió ayer organizar una sesión de vídeo, en la que analizaron el último encuentro disputado por el equipo en Riazor (2-0), y que supuso un nuevo traspiés en una temporada que aparentemente estaba destinada a conseguir uno de los objetivos más apetecibles: regresar a Europa la próxima campaña.

Después de más de media hora encerrados en el vestuario, el grupo salió a ejercitarse sobre el terreno de juego. Las caras de los protagonistas no eran las más alegres, pero se podía llegar a entender: para muchos aficionados, este equipo era hace unas semanas el mejor del mundo y ahora los mismo comienzan a pensar en la permanencia como objetivo: ni una cosa ni otra, ¿no?

La cuestión es que Valverde está meditando hacer cambios importantes para el equipo del sábado ante el Valencia. Si su idea inicial sigue adelante, el gran sacrificado sería Luis García, un futbolista amado por la grada, pero que al entrenador parece que podría castigar. ¿El motivo? Una discusión el pasado lunes analizando el partido del domingo y una fuerte bronca ante el resto de sus compañeros ayer en el vestuario, mientras el equipo revisaba el vídeo con su mentor. Resultado: muy mal rollo.

Más novedades. Pero la de Luis no será la única ausencia respecto al último partido. Ewerthon, el flamante fichaje realizado en el mercado de diciembre también irá con el grupo de suplentes ante el Valencia, puesto que el entrenador parece no estar contento con sus evoluciones. Esto provocaría que Ferran Corominas actúe por la derecha y Jonathan Soriano como ariete.

Segunda charla de la semana

La de ayer fue la segunda charla del entrenador con sus futbolistas. El lunes, el día después de la última derrota, Valverde decidió hablar con sus jugadores, aunque lo hizo de manera separada. Primero con el grupo, luego con los titulares para acabar con Moisés y Dani Jarque. Ayer, en cambio, sentó a sus chicos estrenando las nuevas salas habilitadas encima de los vestuarios. El encuentro de ayer fue más largo de lo habitual.