Un flojo Inter sella su pase

Lo que podría haber sido un encuentro sin ninguna trascendencia se convirtió en un cruce vital para Inter y Fenerbahçe tras la victoria del PSV en Moscú. Ambos conjuntos estaban obligados a conseguir la victoria para lograr la clasificación matemática para los octavos de final. Además, los italianos seguían teniendo en mente la derrota en Turquía en la primera jornada y llegaban al partido con la intención de pagar con la misma moneda a su rival.

El planteamiento inicial de Zico dejó claro que el Fenerbahçe llegaba a San Siro sin ninguna intención de arrugarse. Con una defensa muy adelantada y unos estrechísimos marcajes sobre Ibrahimovic y Cruz los turcos mostraron su intención de ir a por el partido desde el comienzo. El Inter comenzó con un juego muy plano limitándose a lanzar pases largos a sus delanteros a la espera de un error de la defensa rival. Un centro de Zanetti desde la banda derecha se convirtió en la primera ocasión del partido. Stankovic, que regresaba al equipo tras su lesión, remató por encima del larguero del rival. El Fenerbahçe, lejos de atemorizarse, comenzó a protagonizar sus primeros acercamientos con cierto peligro al área de Julio César.

El juego de los dos conjuntos convirtió el choque en un partido muy rápido con llegadas constantes a las áreas. A medida que pasaban los minutos el Inter se fue disolviendo y posibilitó al Fenerbahçe hacerse con el control del centro del campo, llegando a embotellar al equipo italiano en su área. A pesar del dominio turco, los de Zico no gozaban de oportunidades claras. Fue de nuevo Stankovic el que estuvo a punto de inaugurar el marcador con un disparo que salió muy desviado.

El empate a cero que reflejaba el marcador al descanso era justo. Poco fútbol y pocas oportunidades en la primera mitad. El Inter y el Fenerbahçe debían hacer algo más para lograr la victoria y no pasar apuros en la última jornada.

El Inter, sin ideas

El Fenerbahçe comenzó la segunda mitad lanzado. La actitud del Inter no era la propia del vigente campeón del Calcio. Un equipo sin ideas y sin actitud volvió a entregar el control del partido al rival. A pesar de tenerlo todo para sellar su pase a octavos, los de Mancini seguían sin mejorar en su juego y sin ir decididamente a por el triunfo.

El pasotismo italiano estuvo a punto de costarle caro al Inter si el brasileño Alex hubiese estado más acertado en la que fue la mejor oportunidad del encuentro para el equipo turco. El disparo del brasileño rozó el palo izquierdo de Julio César.

Gol a la italiana

Una vez más se repitió la historia. La suerte de los equipos italianos volvió a hacer presencia. Cuando mejor estaba el Fenerbahçe, un pase de Stankovic desde la banda izquierda fue rechazado deficientemente por la defensa turca y el balón acabó impactando en la cara del argentino Cruz para alojarse en la portería visitante. Un golpe de fortuna le otorgaba el pase a la siguiente ronda a un Inter desaparecido en la mayor parte del encuentro.

El gol tuvo en el Fenerbahçe el efecto contrario al que se esperaba. Lejos de enrabietar a los otomanos el tanto de Cruz les adormeció. El Inter comenzó a tener espacios entre las líneas del rival y fue entonces cuando el Ibrahimovic dio el mazazo definitivo al encuentro. Un pase de Chivu dejó al sueco libre de marca en el área, y no perdonó.

Con el Inter en clara ventaja en el marcador los de Mancini jugaban a placer ante un Fenerbahçe aturdido que ya pensaba más en el encuentro frente al CSKA de la última jornada. En los últimos minutos de partido el Inter se dedicó a nadar y guardar la ropa, ante la impotencia de un Fenerbahçe que intentó acortar distancias hasta el último momento. En el descuento el chileno Jiménez conseguía el tercer tanto italiano convirtiendo un mal partido de su equipo en una goleada.

Los italianos consiguen el pase a octavos con una victoria que no merecieron, mientras que el Fenerbahçe deberá esperar a la última jornada para lograr su clasificación definitiva.