Yo digo | Javier Orive

Si sigue así, el Murcia no corre peligro

Parecía tras 'el regalito' de Daudén que la noche para el Madrid iba a ser triunfal. Daba la sensación que al Murcia el partido se le había acabado, pero no fue así. Los blancos terminaron pidiendo el final tras una segunda parte muy buena de un Murcia que si es capaz de mantener el resto del curso la misma intensidad de la que ayer hicieron gala no va a pasar ningún apuro para seguir siendo de Primera, para poder volver a recibir a los blancos el próximo curso. Resta por ver si lo lograrán, pero lo que ya nadie les puede quitar ni a los profesionales de Alcaraz ni tampoco a la grada es el gustazo de haber superado por completo a un Madrid que en la segunda parte se comportó como un equipo menor y fue así, al margen de desaciertos y apatías propias por los méritos contraídos por los grana.

De entrada, el meneo táctico de Alcaraz a Schuster fue de los que hacen época. El granadino le cedió al Madrid las bandas, se inventó un trivote que le generaba superioridad y además vio como en las dos áreas sus defensas y delanteros llegaban antes que sus rivales. Espectacular el debut de De Coz (parecía un veterano), soberbia la pelea de Movilla y de Richi en la zona ancha y de sombrerazo el partido de Abel. Se puede decir que el Murcia mereció algo más que el empate y que el Madrid se lo encontró y es que de no haber sido por Daudén (los blancos no tiraron más) los tres puntos se deberían haber quedado en la capital del Segura.

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