NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Segunda | Real Sociedad

Coleman no tiene sitio en el proyecto chino

El propio técnico dice que se iría con De la Peña

<b>DUDAS. </b>Coleman no seguirá en la Real si llegan nuevos dueños.
amaia zabalo

Coleman tendría las horas contadas en la Real si el grupo de inversores chinos liderado por Iñaki Badiola y la empresa que preside, Lighthouse Consulting, pasa a dirigir el club donostiarra. Para ello tiene que adquirir un 35% del capital social en una ampliación cerrada, previa auditoria pagada por ellos y la marcha de todo el Consejo actual, dos condiciones obligatorias. Si se cumplen esas premisas en el plazo de los próximos dos meses, el galés estaría fuera del banquillo blanquiazul por una doble razón: Coleman no querría seguir y el grupo inversor no le incluye en sus planes para dirigir el vestuario.

El propio entrenador admitió ayer, en el artículo semanal que se publica en el rotativo británico Daily Mail, que se iría con el actual Consejo: "La presidenta María De la Peña vive tiempos duros. Hay rumores acerca de la absorción del club por parte de un misterioso grupo chino. Y si ella y el resto de consejeros se van, yo también. Para mí sería una obligación, porque este Consejo es el que me trajo aquí. No sería capaz de seguir. No trabajo así".

Tampoco hay dudas sobre la postura de los inversores chinos. El 'proyecto Badiola' llegará con su propio cuerpo técnico, que incluye un nuevo director deportivo y un entrenador. El grupo chino le buscaría una salida en Inglaterra. De hecho, parece que ya se han reunido con varios equipos para testar su disposición en ficharle. La idea es buscar el objetivo del ascenso a Primera con sus hombres de confianza.

Se reafirmó en su versión

Coleman atraviesa sus momentos más delicados desde que llegó a San Sebastián. Se le ha crucificado por salir de juerga y por mentir con la excusa que puso a la hora y media de retraso con la que llegó a la rueda de prensa del pasado viernes. Ayer aprovechó su columna en el Daily Mail para reafirmarse en esa historia: "Llevaba cuatro días esperando a un fontanero, que vino esa mañana y me hizo llegar tarde. La gente ha tratado de decir que eso no es verdad, pero podéis preguntar a mis vecinos. La gente ha exagerado".