Empate a bofetada limpia

Por el nivel técnico de sus futbolistas, el Espanyol de Ernesto Valverde tendría sitio sobrado en la Premier League, un campeonato basado en la fuerza física y en el que quien sobresale lo hace básicamente por su potencial económico. Ayer, el rival escogido fue el Derby County, un equipo recién ascendido y que parte como favorito para regresar al infierno de la First Division. Y es lógico. Billie Davies, técnico local, sabe que para poder frenar a los rivales debe marcar la línea en la zona de creación y si los rivales van ganando metros, entonces se trata de parar al enemigo de la manera que sea. Eso lo saben los chicos de Ernesto Valverde. Tres atendidos en el césped, borbotones de sangre y nervios alterados fue el balance de la segunda victoria del equipo en la gira británica.

Si ante el Glentoran fue un paseo, ante el Coventry una batalla y frente al Bolton un pequeño repaso, lo de ayer fue la demostración de que este equipo va a más y que ya es capaz de levantar un partido complicado con cerca de 25.000 gargantas bien empapadas de cerveza fresca y ante un grupillo de futbolistas que no ven más allá del 2+2=4. Pero otra cosa, y muy importante a tener en cuenta, es que el grupo encaja muchos goles en los tramos finales de los partidos. Pasó en los tres últimos y ese deberá ser un aspecto a corregir antes de las próximas semanas.

Valverde alineó a dos equipos diferentes. Sólo repitió Gorka en las dos partes. El resto, 45 minutos para dos equipos de diez hombres. Tamudo, Riera y compañía lo intentaron en la primera parte. Con un Jarque bien colocado y como líder de la retaguardia, el equipo encajó tardía (minuto 42'), después de que el balón besara la pierna de Torrejón tras un centro de Camara y sorprendiera a Gorka. Marc fue el primero de los tres futbolistas catalanes que tuvieron que ser atendidos por herida con sangre (en la segunda parte cayeron Rufete y Serrán), después de que Howard (hizo el gol del empate para los suyos), le atizara sin piedad en la frente. Tamudo peleó como en él es habitual , Riera lo probó y Jónatas trató de conducir sin acierto.

Con todo esto, la segunda parte fue otra historia. Los ingleses siguieron a la suya: palo va, palo viene.

El asturiano. Luis hizo que la cara del equipo cambiara, aunque estuvo secundado por Rufete, Sergio Sánchez y un inisistente Jonathan, que no tuvo suerte, pese a ganar bien la posición. García le puso la pelota a Sergio para el empate y transformó un penalti cometido sobre Coro (tiro final al larguero). Y después, lo de siempre. ültima jugada y Howard, de cabeza, superó a Gorka. Se acabó la gira. Una victoria, dos empates y una derrota es el balance.