NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Alfonso Vidal

"Los galácticos de la época jugaban en el Barça del 8-0"

Tuvo que recoger hasta ocho balones de dentro de su portería el 8 de febrero de 1978. El Barcelona de Cruyff, Rexach y Asensi, entre otros, no tuvo piedad con el entonces portero del Getafe. En la víspera de la semifinal, Alfonso Vidal recuerda aquel partido con nostalgia.

<b>BAJO PALOS. </b>Alfonso Vidal posa para AS en una de las porterías de El Collao (Alcoy) con ocho balones.

Un 8 de febrero de 1978, usted viajaba con sus compañeros del Getafe para jugar una eliminatoria de Copa del Rey en el Camp Nou. Les metieron 8-0 y el 3-3 de la ida no sirvió para nada. ¿Qué recuerda de aquella noche en la que el Barcelona les endosó tan sonrojante goleada?

Ese día acabé con dolor en los riñones de tanto que me agaché a recoger los balones de dentro de mi portería. Hasta ocho veces tuve que sacar el balón de la red. Fue la mayor goleada que recibí en mi carrera y la recordaré durante toda mi vida. Lo tendré en mi memoria como experiencia ya que aunque recibí una goleada, fue increíble.

Aquel equipo del Barcelona aglutinaba los mejores jugadores de la Liga y además, no reservó a ninguno para el partido de vuelta. Johan Cruyff, Charly Rexach, Asensi... ¿Con quién de todos se queda?

Sin duda con Cruyff. El Flaco organizaba todo su equipo desde dentro del campo y les decía a sus compañeros cómo tenían que organizarse y la manera de jugar. Los jugadores que juegan en el fútbol actual se limitan más a hacer su jugadita y nada más. Cruyff mandaba más en sus compañeros que lo que lo hace, por ejemplo, Ronaldinho en el actual Barcelona. Llevaba a todo el equipo desde dentro del terreno de juego.

Para un equipo de Segunda, de aquel tiempo, visitar el Camp Nou era toda una experiencia. ¿Qué recuerda de aquel Barcelona que les endosó ocho dianas?

Eran los galácticos de la época. Todos queríamos hacernos una foto con Cruyff. Con eso nos conformábamos porque antes las camisetas no se cambiaban. Nos quedamos contentos porque, por lo menos, nos hicimos las fotos con ellos.

Y como cualquier equipo pequeño, que les tocase el Barça en el sorteo resultó todo un motivo de alegría...

Al igual que pasa ahora, queríamos que nos tocase un equipo grande, sobre todo porque podía servirnos de escaparate. Luego, yo fiché por el Elche.

Cuénteme la falta de respeto que tuvieron con ustedes cuando el portero del Barcelona incluso se atrevió a lanzar un penalti...

Con el 8-0 en el marcador, el árbitro pitó un penalti. El público pidió que lo tirase el portero, Artola. Éste accedió a lanzarlo y la envió fuera... ¡Menos mal!

Comentan sus ex compañeros que ustedes empezaron el partido más contemplando el majestuoso ambiente del Camp Nou que centrados en el partido. ¿Está de acuerdo?

Puede ser porque al principio nos marcaron tres goles. Con el 3-0 que acabó la primera parte, lo que quería era que no me marcasen muchos más. El domingo anterior, el Barcelona había jugado contra el Athletic de Bilbao y lo que deseaba es que me metiesen menos goles que a Iribar. A él le habían metido cuatro o cinco, no lo recuerdo exactamente. Lo cierto es que no pudo ser.

¿Qué pensaban cuando el Barcelona no aflojaba el acelerador y la cuenta de goles era cada vez más abultada?

Mis compañeros me decían, de broma, que las que fuesen fuera no las metiera.

Para un portero de un conjunto casi aficionado como lo eran ustedes, ¿qué es lo que más les impactó de un estadio como el Camp Nou?

Sin duda, lo que más nos sorprendió fue el vestuario visitante del Camp Nou. ¡Tenía una piscina dentro! Entonces entendimos muchas cosas y pensamos: ¿Cómo será el de ellos? Eso me sorprendió más que el campo en sí. Fue una gozada jugar allí. La experiencia fue inolvidable.

Uno de los hechos que demuestra que el fútbol ha cambiado es que ustedes tuvieron que trabajar en sus correspondientes oficios la mañana del partido. ¿Era algo habitual en aquel Getafe de los 70?

Muchos compañeros trabajaban y jugaban al fútbol a la vez. A mediodía, nos fuimos de Madrid a Barcelona, comimos, descansamos un poco en el hotel Rallye y después de jugar, para casa con el saco lleno.

¿Guarda algún recuerdo material de aquella fatídica eliminatoria de Copa del Rey?

Sí. Claro que guardo muchos recuerdos. Sobre todo recortes de prensa.

¿Hurgaron mucho en la herida los medios de comunicación en la resaca del partido?

Lo normal (risas). Recuerdo algunos titulares: Carnaval de goles, Noble sparring, Cruyff sólo uno, o Aplausos a la deportividad del Getafe (comenta mientras lee algunos recortes de la época). De todas formas, conservo con mucho cariño todo lo que rodeó a aquella eliminatoria.

¿Qué porcentaje tenía el pequeño de tumbar al grande?

Hay mucha diferencia entre el fútbol de antes y el de ahora. Cuando yo jugaba, estaba claro que cuando te enfrentabas a doble partido ante uno de estos grandes, no ibas a pasar. Ahora, un Segunda le puede ganar a un Primera. Antes era más complicado.

¿Económicamente la diferencia entre Primera y Segunda era muy grande?

Por aquel entonces ya se ganaba bastante bien en Segunda. Hay que tener en cuenta que el objetivo del Getafe de esos tiempos era la permanencia, que sí conseguimos. No me puedo quejar de lo que gané en el fútbol. Pero considero que ahora los sueldos están desfasados.

Y de la eliminatoria de esta noche, ¿qué cree que puede suceder?

El Getafe de ahora tiene muchas más posibilidades de las que tuvimos nosotros. Están haciendo una temporada muy buena y tienen opciones de dar la sorpresa. No me atrevería a decir que está a un 50 %. Para mí, el equipo azulgrana es ligeramente favorito pero el Getafe tiene opciones.