Segunda | Poli Ejido 0 - Murcia 2

Zarpazos de Primera

Primera parte gris. El Poli se hundió tras el 0-1 de Iván

De la misma forma que los tornados arrasan todo cuanto se cruza en su camino, sin apenas avisar, sin detenerse en preámbulos, sin piedad, aprovechando su momento. Así resolvió el Murcia su visita a El Ejido. Dos zarpazos de Iván y Aranda mediada la segunda mitad sirvieron para liquidar al Poli y colocan al Murcia virtualmente en Primera cuando todavía restan nueve jornadas. Después de una primera parte sencillamente infumable (los dos), los grana sacaron del vestuario su disfraz de killers y ventilaron el choque. A su manera. Fieles a su patrón, ese que desespera en fases y que va camino de una cifra de Guinness.

Un dato habla por sí solo y dibuja con nitidez lo que fue el duelo: el primer lanzamiento grana entre los tres palos llegó en el 57' (disparo lejano de Abel). Hay otro que explica lo sucedido y el score final: un minuto después, el propio Abel habilitaba para que Iván cantara rabioso el 0-1. Doce después, Aranda anotaba, tras una paradinha eterna, el segundo. Ya con el Poli derrumbado, sin fe y con unas ganas locas por pillar la ducha y para que se acabara el suplicio (su gente abandonó en masa la grada) Abel tuvo el tercero pero la madera lo impidió. La fiera, dormida antes del descanso, despertó a tiempo. Cosas del fútbol, de sus inercias y de la seguridad que dan los resultados. Mientras los grana crecían con el paso de los minutos, mientras la defensa de Alcaraz lo desbarataba todo (el Poli fue plano), con Richi y Abel manejándose a gusto ante un rival roto, los de Tapia corrían sin convicción, Sabedores de que sólo el silbato final iba a ser positivo.

Probablemente, el tono de esta crónica hubiera sido otro de no haber acertado los delanteros granas ante el marco de Kike; seguramente los aficionados del Poli, que no han visto con regularidad al Murcia, piensen que el triunfo visitante, producto de dos chispazos, fue excesivo, pero para los que seguimos al once grana lo de ayer es una película ya vivida. Cierto como la vida misma que en el fútbol cuando todo se te pone de cara, marcas hasta sin querer; comprobado está que hay veces, en las duras, que ni a puerta vacía los equipos gafados resuelven, pero este Murcia demuestra una eficacia tremenda en el manejo de los tiempos. Como si fuera un horno, pasa del precocinado a gratinar... y derretir al rival de turno.

A los de Tapia nada les cambió la salida de Toedtli, ni el empuje de Cristian y Vega. Nada. Estaba escrito. Un toquecito grana podía ser, lo fue, letal. Lograr el ascenso es cuestión de semanas. Para el Poli, el rush final, sin ser agónico, sí que se complica. Escenarios opuestos para dos clubes que apuestan por el fútbol directo, que pasan por ser escuadras 'machacadas', pero que son el día y la noche.

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