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Segunda | Hércules 0 - Albacete 1

Regreso al fútbol gris

Biagini fue el verdugo tras un grave error de Falcón

<b>MUCHA LUCHA. </b>Kike Mateo pelea por un balón con Zahínos en el centro del campo ante la atenta mirada de Tote.
MATÍAS SEGARRA

Puede que Uribe perdiera ayer las pocas posibilidades que tenía de continuar en el banquillo del Hércules la temporada próxima. El juego del equipo alicantino fue pésimo. Vale que el llamado a dirigir las operaciones herculanas se lesionó a la media hora (Montenegro, con una rotura de fibras, tiene para tres semanas, mínimo), vale que la defensa y el portero del Hércules son de mitad de tabla para abajo, y vale que el asturiano no tiene culpa de que la línea de creación alicantina se tomara la ayer vacaciones. Pero lo cierto es que la imagen que dio el Hércules no es la que Botella y compañía tienen en mente para el año que viene y mucho deberán cambiar las cosas en los diez partidos que restan para que Subirats decida repetir en el proyecto definitivo por el ascenso.

La derrota deja al Hércules cada vez más en tierra de nadie. Con un fútbol plano y sin ideas dio la razón a aquellos que piensan que no hay más cera que la que arde y que, en Segunda, hay ocho o diez equipos con más fútbol que el de los alicantinos. Apenas un disparo de Edu Albacar, desde 30 metros, y un remate de Moisés que sacó un defensa tras falta previa de Tote al portero fue el pobre bagaje de un equipo que ayer olvidó las maneras que apuntó ante el Alavés o Salamanca.

Tampoco el Albacete tiene un equipo para entrar en la historia del fútbol manchego. Muy arropaditos atrás, con la típica pizarra made in Ferrando y con unos puntas trabajadores tampoco dan para más que para vivir tranquilos en un pisito de 70 metros en una ciudad dormitorio. Mileuristas que llaman ahora. Ayer, aprovechó la oferta estrella de Almacenes Falcón y compañía para darse un goloso festín en Sábado Santo que corrió por cuenta de Biagini.

Retorno.

Por encima de todos brilló un viejo conocido, Álvaro Cámara. Tampoco hacía falta este partido para darse cuenta que el Hércules no tiene un jugador como el que dejó escapar hace unos meses. Corta, juega, organiza, tira faltas... para qué seguir. No está contento en Albacete y quizás no estaría mal el regreso del hijo pródigo para el segundo proyecto de Subirats.

La plantilla del Hércules volvió a perder de un plumazo el crédito que había acumulado en los últimos cuatro partidos en los que no había caído derrotado. Ahora, más por la incapacidad de crear juego que por la derrota en sí, cada jugador deberá someterse a un examen en los diez choques que quedan para calibrar si son válidos para seguir en un club que aspira a ser el Valladolid del 2008. A falta de fútbol, la afición se aferra a dos buenas noticias: hubo pancartas de apoyo a Aragoneses, por su retorno a la lista y de agradecimiento a los accionistas por la recompra del Rico Pérez, que se confirmará el miércoles.