Segunda | Murcia 1 - Salamanca 0

León prolonga la racha

Quique Martín falló un penalti inexistente en el alargue

pepe valero

Si hace dos semanas ante el Vecindario el salvador fue Iván Alonso, ayer, frente al Salamanca, ese honor lo tuvo el muleño Pedro León. Los grana, en otro partido gris, consiguieron una victoria que les afianza en el coliderato. Un triunfo sin brillo ante un buen Salamanca y pleno de emoción y de suspense en el tiempo extra. En ese momento, cuando los ateridos espectadores que desafiaron al frío y a la comodidad de ver el choque por la tele, esperaban el pitido final para salir pitando felices por el triunfo y el coliderato, que no por el juego, el árbitro navarro Sáez García señaló los once metros casi antes de que la pelota llegará al área. Fue su aportación al Día del Árbitro que ayer se celebró. Con la NC bramando y viendo como se escapaban los tres puntos, Quique Martín (impensable en un veterano) la tiró al anfiteatro, su equipo se fue de vacío a casa y el Murcia prolonga una semana más su coqueteo con una ruleta rusa que este año siempre le da de vencedor. Un síntoma, la buena estrella, de las sensaciones de éxito que desprende el equipo de Lucas Alcaraz.

En el primer periodo el Salamanca sin ser mucho mejor, sí que tuvo más la pelota. Los de Javi López con un fútbol de toque llevaron con su ritmo pausado el partido a su orilla. Mientras, el fútbol de los charros crecía tacita a tacita desde las botas de Arpón y gracias al aporte de tres jugones como Quique Martín, Zé Tó y Braulio, los locales se desquiciaban como chiquillos detrás del esférico. Al caos de dibujo y fútbol contribuyó también el ya referido Sáez García que pasó por alto dos caídas en el área de Iván y León (ésta más clara).

Con bronca al juez acabó el primer acto y con sobresalto gracias al gol de Pedro León (le tiene que servir el tanto para levantar el vuelo) arrancó la segunda. Daba la sensación, como en otras tantas tardes, que tres chispazos fulgurantes iban a servirle al Murcia para ganar. Tras el tanto Antoñito lanzó con peligro desde la frontal, Jofre acarició el gol en dos jugadas en las que lo complicado era marrar. En una por rizar el rizo y en la otra por centímetros no llegó el gol de la tranquilidad... Y de ahí se pasó a la traca final en la que la vista del juez puso en juego, de una forma caprichosa y temeraria, la victoria local. Falló Martín, que echó como los niños que chutan al aire la culpa al césped, y el Murcia respiró victorioso desde el coliderato. Acto seguido me llegó este SMS: "Así ganan los equipos que suben"... Pues amén.

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