El Málaga mide la crisis de un Murcia obligado a ganar

La despedida futbolística al año llega para el Real Murcia, con una carga de presión que no se corresponde ni con su puesto en la tabla, ni tampoco con la diferencia de puntos -está igualado al tercero- respecto a los puestos de ascenso. Son las cosas de haber acumulado en los dos últimos meses una racha carente de victorias; son las cosas de haber comenzado la competición con el turbo puesto y de haber conseguido enganchar a una afición que no quiere seguir teniéndole fe al equipo, pero que se está enfriando durante las últimas semanas.

Para esta tarde, para el partido del cemento y soledad que se avecina por aquello del horario -más propio del entrenamiento de un equipo de infantiles que de un choque oficial de Segunda- el único objetivo para los locales es conseguir los tres puntos. Ganar "como sea", de cualquier manera", "por lo civil o ..." Frases y modos de vencer que se han oído en las últimas horas en el vestuario grana y que resumen a la perfección el sentir de un grupo al que le urge un triunfo para levantar el vuelo, para recuperar la autoestima... y hasta para pasar unos días de vacaciones y 'limpieza mental' que se antojan indispensables para seguir creyendo en el proyecto. Y todo esto, la urgencia histérica por recuperar el norte, es a la vez el principal enemigo con el que se puede topar un Murcia que recupera a Antoñito en ataque y que jugará con Gallardo y León por bandas y con Samuel y Abel en el eje.

En el Málaga de los Sanz (Fernando preside, pero Lorenzo es el que mueve los hilos en la sombra) todos los ojos apuntan a un Salva Ballesta que hoy puede jugar en la Nueva Condomina su último partido con la casaca blanquiazul. A él, a su poderío, a su voraz apetito se encomienda el astur Juan Ramón Muñiz. Un entrenador, también hambriento, que no podrá contar ni con el 'Chengue' Morales ni con el talentoso Sandro. Lo dicho, la 'fiesta de los villancicos', la antesala de las vacaciones, que llega trufada de exigencias y presión.

NC registrará la peor entrada de todo el año

La hora fijada para el encuentro (18:30 horas) y el hecho de ser una jornada laborable restarán mucha afluencia de público a Nueva Condomina. Pese a la iniciativa del club de regalar entradas a todos aquellos menores de 15 años, el nuevo coliseo grana todo apunta, no superará los 6.000 espectadores en el mejor de los casos. La mitad de los más de 12.000 que han acudido de media en los últimos partidos del viejo campo y muy lejos de los casi 30.000 que poblaron los graderíos de NC en la jornada de su estreno ante el Real Valladolid.A los que más puede afectar el inusual horario del choque es a los peñistas. Muchos de ellos ya han confirmado que no podrán acudir al último partido del 2006. Un problema añadido dado que desde el fondo donde se ubican las peñas granas es de donde sale la mayor animación y hoy, entre tanto cemento, esos gritos ausentes seguro que se notan. La respuesta, esta tarde.

Lucas Alcaraz "Veo a mi gente con ganas"

Veo a mi gente con muchas ganas de sacar el partido adelante y de conseguir tres puntos ante un rival muy complicado. El Málaga es un equipo que va a más, que poco a poco está consolidando el bloque y que además tiene a Salva. Está claro que una victoria nos haría irnos contentos a las fiestas pero después de la Navidad todavía queda mucho. Vayan muchos o pocos nuestro deber es agradar a los aficionados que acudan y a los que nos sigan por la tele".

J. Ramón Muñiz "El Murcia estará arriba al final"

Cuando ganas, siempre da ánimos y moral y encima te arrimas mucho a los puestos que dan la posibilidad de ascender. Pero, aun así, es muy temprano para poder echar las campanas al vuelo. Éste es un torneo de regularidad y hay que saber superar tanto las buenas como las malas rachas. El Murcia tiene un gran equipo, con jugadores que estuvieron en Primera, que ofensivamente son muy peligrosos. Cuento con ellos para estar arriba al final".