José Manuel Lara

"El Espanyol debe inventarse un Laporta"

Iniciamos hoy una entrevista por entregas con José Manuel Lara. Nuestra intención, que su idea de futuro para el Espanyol quede al fin definida. 'Zin acritú'.

¿Desde su aparición en Ulldecona el equipo no ha hecho más que ganar. ¿Y si torea una vez al mes en una peña distinta?

Es una feliz casualidad, ojalá todo fuera tan fácil. Me sorprendió que el equipo arrancara tan mal y también me sorprende lo de ahora: ¡mejor así! Es curioso constatar que está remontando prácticamente con la gente del año pasado. Y lo de torear me viene al pelo: dicen que me interesan más los toros que el fútbol y no he pisado en mi vida la Monumental. Mi mujer si es aficionada, pero a mí me aburre ¡En fin!

Aquella tarde se replanteó lo de siempre: ¿se implicará Lara, le interesa el Espanyol a Lara, están las peleas personales por encima del club, qué pasará en el futuro?

Cada uno debe saber dónde está y qué representa. Yo despierto temores, envidias, nunca respeto y protección. Mi metro noventa, mi poderío económico despierta incluso aversión en mucha gente. ¡El poder! Lo que consideran que es el poder, seguramente mucho más de lo que es de verdad. Mi caso no es el único: Botín (Emilio, presidente del Banco Santander) será muy respetado, pero no popular. La gente de a pie no quiere al poderoso. La única manera de que funcione el Espanyol es aglutinándose su gente alrededor de un proyecto. Los proyectos de una persona no funcionan en el fútbol; los casos del Atletico de Madrid o del Betis son palmarios.

¿Entonces?

Como el poder no despierta cariño nunca seré populista. Y basarlo todo en el dinero tendría poco recorrido. Yo nunca aglutinaré a la gente a mi alrededor y si me pusiera a intentarlo, y hasta lo consiguiera, no sería bueno para el club. Tampoco vale la fórmula de un dueño y un presidente; lo que intentó Lopera con Pepe León: tu presidente, pero mando yo.

Insistimos: ¿entonces?

El Espanyol debe inventarse un Laporta, un chico joven, de unos 40 años, nuevo, cuyo españolismo nadie discuta sin que ello suponga que debe ser de las familias Un señor que tenga a su lado un buen gerente y un buen director deportivo, y todos a apoyarle en un proyecto a cinco años vista.

¿El mirlo está en el 3.0?

Mirlos haylos, yo conozco varios. Pero algunos no quieren siquiera oír hablar de esta posibilidad. Y sobre el 3.0, que sin duda es lo más serio que he oído como proyecto de futuro, resulta que es un invento mío cuando la realidad es que los conocí porque Dani me pidió que hablara con ellos y los calmara después de su aparición hace tres temporadas, tras aquel partido tremendo con el Murcia.

¿Usted no los patrocinó?

Sólo conocía a José María Piera. Cuando Dani supo de su existencia me llamó precisamente para que hablara con él. Es tu empleado, me dijo, cuando somos socios en una empresa. Primero hablé con él, luego nos sentamos todos juntos y llegaron a un acuerdo con el presidente que él mismo rompió al día siguiente. Más tarde se repitió más o menos la historia con el añadido de una visita de Dani y Perelló a mi casa. Pero lo que más le preocupaba entonces al presidente era que Condal, Collet y Botet volvieran al consejo Luego vino lo del Windsor. En fin...

Centrémonos en presente y futuro. Usted sostiene que el nuevo estadio no es un proyecto.

Claro. Un proyecto arquitectónico no es un proyecto de club.

¿Y cuál es su proyecto?

Si mi ilusión no me confunde, el que vivimos durante la primera etapa de Camacho. La experiencia me enseña que al Espanyol le fue bien cuando fue un club plataforma para sus entrenadores. Pepe Emilio Santamaría y el propio Camacho empezaron aquí sus carreras y acabaron en la Selección. Camacho aplicaba el concepto plataforma a los jugadores y decía que cuando un jugador viene aquí con 22 años cree que será campeón y llegará a la internacionalidad. A los 26 se da cuenta que ganar títulos aquí es complicado y que tendrá más cerca la Selección si el ficha el Madrid o el Barcelona y se amanera.

Entonces hay que venderlo.

Y con el dinero que deja fichar otros tres o cuatro futbolistas jóvenes, con la ambición intacta. Ese modelo duraría entre cinco y diez años y entraríamos en una segunda fase del proyecto: la de equipo aspirante, un Espanyol que se situara entre el tercer y sexto puesto de la clasificación. Otros cinco o diez años y el gran asalto: juntarnos a Madrid y Barça y convertirnos en uno de los tres primeros clubes de España. ¡Ese es el camino para mí! Aquella primera fase se cumplió, con Camacho el equipo acabó arriba, jugó la UEFA, tuvo futbolistas internacionales

Vale. Pero, ¿y la deuda?

No me preocupa. La Caixa no va a acabar con el Espanyol. Ya hablaremos: pagaremos poco, tarde y mal. El problema es que no nos den más dinero si lo seguimos perdiendo: no te ejecuto, pero no te doy un euro más.

El problema es el déficit de cada año.

En efecto: y mediados los 90, entre 1996 y 1998, supimos cerrar dos ejercicios sin números rojos y sin contar la venta de Sarriá ni la de Lardín al Atlético; un año ganamos 25 millones de pesetas y al otro, 50. El problema es saber qué fichamos, por ejemplo. Jónatas es un buen futbolista, pero juega por donde De la Peña. ¿Por qué no traemos a otro? Llegan volantes defensivos y acaba jugando Moisés Hurtado. Si esto es mucho más sencillo: cantera y un buen fichaje al año. Y al siguiente, otro. Y no hacer populismo. Paco Flores se volvió loco el día que tras vender a Sergio al Depor salió Dani diciendo que el objetivo era la Champions. ¡Seamos serios! Mire: Raimundo Saporta, el cerebro de Santiago Bernabéu, dijo una frase tremenda: "Una directiva no hace un equipo campeón por más buena que sea; una directiva mala lo manda a Segunda".

Sin señalar.

El presidente debe delegar en el gerente y el director deportivo y dedicarse a cuidar las relaciones institucionales, la imagen del club Porque no es un ejecutivo, porque no vive de esto, porque no es Botín que se pasa el día en el banco El modelo de presidencia británico es el ideal.

Habló de un Laporta perico. ¿En esa idea suya no cabe Dani presidente?

Si él se ve al frente de un consejo cortito, de siete u ocho personas, donde no prime el amiguismo, donde mande el concepto de empresa; si se siente con ánimos para liderar algo serio, ¿por qué no? Pero que el club va a necesitar gente nueva es indiscutible. Nueva y con ideas claras: José Luis Perelló dice que el fútbol no es una empresa y se equivoca: lo único distinto es el vestuario, eso es punto y aparte. Pero el resto, el marketing, las finanzas, eso es igual que en cualquier empresa. Yo no quiero poltrona

¿Estará en la junta de accionistas del día 21?

No, delegaremos el voto otra vez. Nos abstendremos.

¿Hasta cuándo?

Con un buen proyecto, dije y mantengo que pondré tanto dinero como los demás y sin derecho a voto. Bien lo sabe Dani y no de ahora precisamente... Haré el esfuerzo sin importarme la fórmula. Pero que el socio demuestre que puede poner cien, mil o cien mil. Lo que propongan... en serio. Y repito, con el mismo Dani si es menester. Que esté ahí fue responsabilidad mía al fin y al cabo.

Y de su hermano Fernando, que para muchos pasa por ser la esperanza perdida de un gran Espanyol. ¿Cómo cree que hubiera reaccionado de haber vivido estos últimos años?

Hubiera hecho lo mismo que yo. Se hubiera quedado cuatro, seis, ocho años, pero no toda la vida. Porque una familia no puede ser la solución del Espanyol. Yo también estuve un tiempo como directivo, pero las cosas se dieron como se dieron... Fernando creía también en los proyectos por encima de las personas, que acaban pasando tarde o temprano. El suyo es un ejemplo.

Hablando de personas y para cerrar este primer capítulo: ¿qué considera aprovechable del entorno de Dani?

Sin duda que Joan Collet es un persona válida y lo tendría en mi junta ya que se implica y tiene buenas sensaciones con la gente de la calle.

(Mañana, segundo capítulo)

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