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El Reportaje | Selección

La Selección española integra

Según datos oficiales, en España hay 3.730.610 inmigrantes, es decir, el 8,5 del total de la población. Y creciendo. Por ello, una de las consecuencias es la cada vez mayor proliferación de foráneos o hijos suyos en las categorías inferiores de la Selección. Los hay africanos, pero también europeos y suramericanos. Godwin, Nsue, Bojan Krkic y Thiago Mazinho son sólo la primera hornada. Pero como sucede en Francia o Alemania, su presencia cada vez será mayor.

Hijos de inmigrantes comienzan a aparecer con fuerza en las categorías inferiores del equipo nacional
macario muñoz

Si ya lo han hecho con éxito los franceses y ahora los alemanes, ¿por qué no lo vamos a hacer nosotros?". La frase es de Ginés Meléndez, técnico de la Sub-19 (desde hace escasas fechas también observador de la UEFA para la cantera) y resume muy bien la nueva tendencia que están siguiendo las categorías inferiores españolas. No es de extrañar. A finales de 2005 y según datos oficiales, el número de inmigrantes en España había ascendido a 3.730.610 personas, un 8,5% del total de la población. Esto supone un incremento del 23% en un solo año (700.000 llegadas) y la Selección se está empezando a beneficiar.

Los últimos en vestirse la elástica nacional han sido Antwi Godwin y Thiago Alcántara Mazinho, hijo del que fuera jugador de Valencia y Celta. Godwin es un central imponente que juega en el Liverpool. Nació en Ghana, pero no supo lo que es el fútbol hasta que llegó a España, a los 14 años: "En África todo es diferente. Los campos de entrenamiento, por ejemplo, no tienen nada que ver. Hasta que llegué a Zaragoza no jugué mucho. Allí empecé en el San Gregorio, luego me ficharon para el Zaragoza y, tras ser seguido por Paco Herrera, me llamó el Liverpool. No me lo pensé". Una carrera meteórica en la que comenzó jugando como delantero, pero en la que ha acabado de central. Después de obtener el pasaporte español hace ahora dos años, la llamada de la Selección le ha supuesto una nueva alegría: "Me dijo Ochotorena si me apetecería jugar con España y le dije que sí. Era la primera vez que recibía una llamada internacional y me hizo mucha ilusión. Ghana no me va a convocar teniendo sólo 18 años. Así que ahora pienso en España".

El de Godwin es el caso opuesto al de Thiago. El hijo de Mazinho ha aprovechado la cómoda vida de futbolista de su padre para disfrutar haciendo lo que mejor hace: jugar al fútbol. Condiciones tiene de sobra. Tantas, que Brasil no le pierde el ojo pese a haber elegido la opción española: "De momento me he decantando por España porque por el tema del colegio nos dijeron que era más sencillo y porque llevo aquí desde los tres años. Si algún día me llamase la absoluta, me lo tendría que pensar. ¿A quién no le gustaría jugar con Brasil?".

Tanto Godwin como Thiago aún no han tenido la posibilidad de acudir a ningún torneo internacional. Sí lo han hecho Emilio Nsue y Bojan Krkic. Ambos escucharon el himno y defendieron la bandera en el pasado Europeo Sub-17. Y con orgullo. Bojan fue máximo goleador y auténtica sensación, mientras que Emilio Nsue se tuvo que marchar entre lágrimas por culpa de una lesión.

Estos cuatro casos han abierto la veda. Pero cada vez serán menos casuales. La inmigración pide paso también en el fútbol y no hay más que ver el espejo francés para darse cuenta de su importancia. Los galos rozaron el pasado Mundial con 16 inmigrantes o hijos suyos en la lista: un 69%. Curiosamente, nadie se quejó por ello.