Se beneficia del descenso más barato de la historia

Se ha hablado mucho del aire que ha dado al Athletic de Félix Sarriugarte tener a tres equipos por detrás desde la sexta jornada. Es lo que en realidad ha supuesto un cierto alivio a la situación colectiva e individual. Se recuerda que a Mendilibar le destituyeron en la décima jornada como colista y con dos puntos menos. En realidad, si el Athletic o su acompañante Osasuna no están a estas alturas entre los tres últimos es por pura casualidad. Desde la Liga de tres puntos, estrenada por Dragoslav Stepanovic, la cola jamás había sido liderada por un equipo con menos de ocho puntos, los de los leones. Es el caso del Betis, que tiene siete desde el domingo.

Por ello, después del reparador empate en Valencia no conviene sacar demasiado pecho. El Athletic está en números rojos, con un calendario de aúpa delante de sus narices. Ha mejorado en grupo, en confianza, pero tiene los puntos que tiene tras un triunfo en diez jornadas. Como referencia, hasta tres equipos, Real, Sevilla y Extremadura, eran últimos otros años con esa misma cifra.

Curiosamente, el Athletic vivió en sus propias carnes la Liga más exigente. Fue en la tercera temporada de Luis Fernández, en la que estaba antepenúltimo con diez puntos. Terminaría octavo. Sólo entonces y con Mendilibar ha llegado el Athletic a la cuarta parte de la competición en descenso en las doce últimas campañas.

Valladolid, con once puntos, Tenerife (dos veces) y Zaragoza, con diez, han sido los decimoséptimos con mejores guarismos. De todo este aluvión de datos hay que extraer conclusiones y pensar que esta dinámica de resultados necesita un cambio inmediato. El de la imagen ya se ha dado, pero hay que ganar ya. La Real de Lotina también ha mejorado de facha y ya es el peor colista del siglo, con sólo tres empates.