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Clasificación Eurocopa Sub-21 | España 1 - Italia 2

Italia, siempre Italia

Triste adiós de la Sub-21 al Europeo y a los Juegos

<b>DECEPCIÓN. </b>En apenas diez minutos, Italia terminó con las esperanzas de España de clasificarse para el Europeo y los Juegos Olímpicos.
juan flor

Lo de Italia es un caso a estudiar en universidades. Su capacidad para sacar provecho de la nada traspasa la razón humana. Nadie ha podido explicar los muchos éxitos que ha tenido la azurra con el poco fútbol propuesto en su historia y tampoco es fácil comprender cómo anoche en Palencia dejó a la Sub-21 si Europeos, sin Juegos Olímpicos y, sobre todo, con la misma cara de incredulidad que los muchos rivales que han sucumbido alguna vez ante la efectividad italiana.

Nadie duda de que Italia probablemente sea igual o mejor equipo que España, pero su forma de jugar y de llevarse los triunfos desanima a cualquier buen amante de este deporte. El secreto reside probablemente en el bloque, en la competitividad de sus hombres, en su forma de entender el deporte como algo en lo que sólo vale ganar. Debe de ser eso.

En todo caso, son fórmulas que en España están por descubrir y que una vez más han desvelado carencias y han servido para airear la decepción con la que tan acostumbrada vive la afición española. Una hinchada que ayer en Palencia lo dejó todo en el empeño, en tratar de que los pupilos de Iñaki Sáez notasen su aliento para abordar la difícil tarea de superar a los transalpinos. No comenzó mal la Selección en su acometida. De hecho, Kepa tuvo la ocasión de adelantar a los suyos al poco de comenzar el encuentro. Hubiese sido quizá la mejor noticia, la única forma de que Italia se abriese y dejase huecos atrás. Pero no fue el caso. Qué va.

Duros golpes. Así que el choque se dirigió irremediablemente hacia el guión establecido, aquel que decía que Italia se encerraría atrás hasta aburrir y sacar de quicio a los españoles. Tal cual pasó. Cuando apenas se habían cumplido los veinte minutos de juego y la Sub-21 empezaba a perder el aceptable ritmo de juego inicial, el lateral Chiellini se permitió el lujo de subir la banda, la única vez en todo el encuentro, por cierto. Su aventura no iba a ser en vano. El zurdo dibujó una vaselina preciosa y llenó de desesperación a la Selección. Un bajón de ánimo que se hizo más notable cuando Montolivo hizo el segundo de espectacular volea. El mazazo anímico, más que los goles en sí, hundieron a España. Y a la grada, claro.

La sensación que quedaba era la de una eliminatoria totalmente sentenciada. La afición hizo lo imposible por no caer en esa dinámica y Sáez también introduciendo caras nuevas. Uno de esos refrescos, Soldado, puso cierta emoción en el marcador. Pero fue una simple caricia para la rocosa esquadra de Casiraghi. Adiós a los Juegos a la italiana...