Primera | Mallorca - Espanyol

El Rifle y Tristán, a tiros

Ambos se reencuentran tras su enfado en A Coruña

carlos mira

Hace ya algún tiempo, cuando el Depor ya había dejado de ser "Súper", Jabo Irureta no había apagado un fuego que ya se le encendía otro. Uno de los capítulos más complicados que tuvo fue el enfrentamiento entre Walter Pandiani y Diego Tristán. El andaluz siempre trataba de desprestigiar el juego del uruguayo, por lo que el día que rescindió con el equipo de Riazor (se fue al Birmingham) dejó una serie de perlas acusatorias que los más morbosos quisieron interpretar a su manera. Dejaron en evidencia a El Rifle, que salió de A Coruña por la puerta de atrás, mientras que Tristán restaba en lo que consideraba su casa sin su enemigo más competitivo, al que él siempre trató de desprestigiar.

El tiempo los pone de nuevo en un mismo terreno de juego, aunque en vestuarios distintos. Tristán es recién llegado a Mallorca (tras salir por la puerta de atrás) del club presidido por Augusto César Lendoiro; el otro, el uruguayo, está asentado en Barcelona desde hace casi un año. Entró bien en el vestuario, donde es respetado y al que le prometió, en conferencia de prensa, que esta temporada conseguiría 18 goles. Veremos si lo cumple. De entrada, ambos verán el partido desde el banquillo, por lo que Gregorio Manzano y Ernesto Valverde, podrían guardarse sus bazas según cómo vaya yendo el partido.

Cambios. El técnico blanquiazul pondrá de inicio a Moisés Hurtado. El futbolista catalán parece que le ha ganado la partida a Eduardo Costa. El canterano se entiende de maravilla con Jónatas Domingos y con él en el terreno de juego el Espanyol no sabe lo que es perder. Los entendidos en la materia consideran que es un futbolista al alza y Valverde se ha dado cuenta. El gol que logró la semana pasada ante el Celta ha venido a consolidar al humilde futbolista que nunca se ha quejado de nada pero que ahora trata de reivindicarse. Lógico y normal.

Manzano, por su parte, ha tratado esta semana de convencer a sus futbolistas que ganar el posible. Un empate y dos derrotas es el pobre balance de un Mallorca que trata de huir de los sufrimientos, muy parecidos a los vividos en Montjuïc en los últimos años. Verse en la zona baja de inicio agarrota a los dos bandos. El duelo está servido, con o sin balas de El Rifle Walter Pandiani.

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