Primera | Espanyol

Ocho horas de viaje para regresar de Creta

Valverde reflexiona sobre el esquema y tiene dudas en la portería

reportaje gráfico: rodolfo molina

Si la ida ya fue una odisea, el regreso de la plantilla del Espanyol a casa fue de lo más pesado que se recuerda. Ocho horas de viaje, con dos escalas técnicas desde Iraklion, la capital de Creta, hasta Barcelona. Atenas y Milán fueron puntos de mínimo descanso y refrigerio para unos futbolistas que quieren hacer una temporada inolvidable, pero que son conscientes de que quedan muchas cosas por corregir.

Ernesto Valverde no sabía cómo ponerse en el último tramo del vuelo de la capital Lombarda a Barcelona. Estaba agotado. El entrenador lo está estudiando todo al detalle. Medita qué sistema emplear (ha utilizado tres, 4-4-2, 4-2-3-1, 4-3-3), qué futbolistas utilizar para cada uno de ellos y qué portero poner como titular. Aquí tiene un dilema: Gorka Iraizoz y Carlos Kameni están haciendo una preparación más que buena. Después del partido ante el Ergotelis, Valverde aseguró que "Kameni lo hizo bien, pero ha comprometido al equipo un par de veces y eso nos podría haber costado muy caro".

Más 'chicha'

. Satisfecho con los canteranos y los veteranos, Valverde espera volver a ver jugar a su equipo esta semana. A finales, posiblemente el viernes, la plantilla regresará al El Prat. Se está planeando un viaje a Italia para jugar ante el Palermo (un rival conocido para el Espanyol, ya que jugó la UEFA la temporada pasada), aunque la ciudad está por definir.

La cuestión es que el equipo ya está en casa y hoy tendrá día de asueto. Se lo han ganado después de esta gira. A partir de mañana las cosas pueden volver a cambiar. Nunca se sabe. Todos buscan convencer a Valverde y ganarse un puesto como sea. Pronto vendrá la competición oficial. Espera el Barça. Que lo hagan tranquilitos, que el Espanyol está con muchas ganas.

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