España espera a la sólida Chequia en la semifinal

Tres de tres. España sigue con paso firme en el Europeo Sub-17 y ayer se coló en semifinales a costa de Hungría en un encuentro a cara de perro, con los magiares jugándose el todo por el todo y los españoles demostrando que no se arrugan bajo ninguna circunstancia. Ni teniendo prácticamente el billete hacia la siguiente fase en el bolsillo, como ayer, baja la guardia este conjunto y eso es una estupenda señal de optimismo para el futuro.

Tal y como quería Santisteban, España salió con la mentalización necesaria para no pasar apuros. Camacho canalizó el juego de ataque con el criterio que le caracteriza y este buen ritmo de juego pronto trajo oportunidades considerables.

En la mayoría de ellas estuvo presente la siempre peligrosa figura de Aarón, tan molesto para la defensa contraria como suele ser habitual, pero fue Rubén Ramos el que puso un lazo al buen fútbol que estaba llevando a cabo España. Azpilicueta, incansable por la banda derecha, se sacó un gran centro con la pierna izquierda y el ariete del Atlético colocó el esférico por encima del guardameta Baliko. Las sensaciones y el marcador indicaban que la Selección pasaría a semifinales con bastante holgura, aunque todavía quedaba por controlar el ataque de orgullo lógico de una selección húngara que tenía los dos pies fuera del campeonato. Nemeth, el mejor de Hungría, comenzó a demostrar mediante un par de buenos movimientos por qué ha sido el máximo goleador de la fase de clasificación, pero en todas y cada una de sus ocasiones se encontró con Sergio, inconmensurable durante toda la jornada de ayer.

Bojan, a escena.

Con este tímido estiramiento de líneas, los huecos empezaron a multiplicarse en la zaga rival. Era el momento de Bojan, el mejor argumento posible para cerrar un encuentro de estas características mediante un buen contragolpe. Rubén Ramos pasó a la izquierda, donde parece encontrarse como pez en el agua, y los defensas húngaros tuvieron que hacer frente a Aarón y Bojan, la pareja más peligrosa de todo Luxemburgo. De sus conexiones y de su movilidad en ataque volvieron a salir las mejores virtudes de este equipo, imparable el grifo de talento ofensivo.

Hungría se veía fuera. Y no era para menos. Pese a sus arranques, en muchas casos fuera del reglamento, España seguía tan sólida como siempre. No había manera de hacer tambalearse al cuadro de Santisteban y el tiempo empezaba a dictar sentencia. En esas apareció Bojan, hizo suyo un balón en el área y sólo pudo ser parado en penalti. Él mismo lo transformó y ubicó a España en semifinales, donde le espera la República Checa.

Azpilicueta "Vinimos a ser campeones"

"En la primera parte hemos dominado, pese a que Hungría ha tenido varias ocasiones. Ellos han sido muy agresivos porque sólo les valía la victoria, pero hemos podido frenarles y poner nuestro ritmo. ¿Chequia? Estamos aquí con la idea de ser campeones y para eso hay que ganar todos los encuentros. Pienso que va a ser bastante complicado y que es un equipo con más calidad que nuestros rivales hasta el momento".

Santisteban "Los checos son difíciles"

"Ha sido un partido difícil. Hungría hace un fútbol muy físico y hay varios jugadores de gran valía, como Nemeth y Koman. Tenemos una buena hornada de futbolistas y hay que aprovecharla. Cualquier equipo en semifinales ya es complicado. Los checos son fuertes y tienen una gran condición física, no exenta, además, de talento. Habrá que tener cuidado porque tenemos cuatro futbolistas apercibidos para la final".