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Primera | Betis

Repartía donuts en ... pleno vestuario

Va a ser el 'fichaje de la primavera' para el Real Betis. Por cierto. ¿Sabían ustedes que puede jugar de portero?

Mientras Fernando Sanz se leía los periódicos en el vestuario para recriminar a 'quien lo mereciera' las inconveniencias declaradas a la Prensa, Miguel Ángel animaba la fiesta contando chistes, gastando bromas y repartiendo donuts entre sus compañeros. Daba vitalidad y alegría a una plantilla, la del Málaga, que hoy le echa de menos. Porque es de esas personas que dan ese buen rollo necesario para que todo un colectivo reme en la misma dirección. A quienes le conocemos no nos sorprende lo más mínimo que haya acortado en dos meses su proceso de recuperación. En los días de descanso era habitual verle trabajando, ejercitándose, corriendo en la playa... es un futbolista que vive por y para su familia; por y para su profesión. Es el espíritu que encumbra a un equipo en las buenas, o lo levanta en las malas rachas.

Catalán de Sabadell, fan de Estopa y forjado en la ejemplar escuela barcelonista conocida como 'La Masía', fue aconsejado por Serra Ferrer para que aceptase la oferta del Levante. Y allí que se fue. Su polivalencia es tal, que en el cuadro valenciano llegó a ponerse de... ¡portero!. Se le da bien parar. Si la ocasión lo requiere y el entrenador mallorquín estuviera en un apuro muy gordo, Miguel Ángel no desentonaría con respecto a Contreras o Toni Doblas. Pero además, puede jugar de central, de mediocentro, en banda derecha y, como en la pasada campaña en La Rosaleda, hasta de media punta. Salva Ballesta dice. "Con él y con Fernando Sanz un vestuario siempre está unido". Nunca lloró cuando Peiró le tuvo un tiempo relegado. Tampoco ahora con su grave lesión. Sólo trabajó. En Málaga le añoran y los béticos le van a disfrutar.