Primera | Real Madrid 3 - Cádiz 1
El Celtic de la Bahía en Madrid
"En el Cádiz hay quien quiere morir de hepatitis para que lo entierren con los colores de su alma"
El Celtic de la Bahía. ¿Se acuerdan de la final de la UEFA de 2003, con 60.000 hinchas escoceses invadiendo de forma pacífica y deportiva Sevilla? Pues bien, la marea amarilla de ayer en Madrid me recordó a aquel inolvidable evento. Echando cuentas, más de 7.000, sin parar de animar y poniendo todo el arte y salero para empujar a un equipo que, en verdad, dio una imagen fantástica.
Frente hepatitis. Este es el nombre de una peña cadista y que tiene su gloriosa historia. Sus componentes aseguran en broma, naturalmente, que si tienen que morir que sea con esta enfermedad porque así se ponen amarillos. De arte.
El gran Pepe Mejías. Existe un debate en Cádiz sobre quién fue el mejor jugador en toda su historia. La votación la gana Mágico González, pero el mayor de los Mejías también tiene sus adeptos. Ayer, por cierto, nos comentó durante la presentación de la Peña Cadista 1910 en Madrid que siendo jugador del Zaragoza tuvo que jugar los últimos cuatro minutos de portero por lesión de Cedrún y que le hizo un paradón a Hugo Sánchez. No si el que vale, vale.
Cassano y López Caro. En Andalucía llevaban tiempo hablándome maravillas del actual entrenador del Real Madrid. Primero, porque el Recreativo le quiso fichar antes de decidirse por Marcelino. Y, luego, porque su primer representante, Jorge Vázquez, reside en Sevilla. Hablando de italiano. Por su ausencia en el campo se dedujo que al Real Madrid le faltaba peso. El peso que le sobraba en el banquillo. Cuestión de kilos.
Cuestiones capilares.¿Se han fijado ustedes en el gran parecido de Gravesen con Óscar Dertycia? A este le llamaban Mister Propper, pero en el caso del madridista, su posterior traducción a Don Limpio resulta totalmente inverosímil. Da más palos que Alí.
Una de chinos.Mientras avanza el partido y el Cádiz pone cada vez en más apuros al Madrid, les recreo con otra perla de
Pepe Mejías. Viajó en el AVE camino de Madrid con varias peñas que reglamentariamente dejaron seco el bar. Al reparar que el vagón 5 estaba lleno de chinos, los gritos fueron unánimes. "¡Esos son del Cádiz! ¡Son amarillos!". A los chinos les hizo gracia pero, la verdad, no se enteraron de nada.
Don Benjamín. Dícese de un exquisito champán cuya calidad es directamente proporcional al estado de forma del jugador cadista, cedido por el Betis. Entre él y Bezares, amalgama de Tyson y Kasparov, aburrieron a los Zidane, Gravesen y demás familia. Además, el Cacique Medina destapó la botella del gol.
Y, por supuesto, Robin. No puedo terminar sin dedicar unas líneas a Michael Robinson. Mucho más que un consejero del Cádiz. Altruista, generoso y desinteresado.