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Copa del Rey | Betis 0 - Celta 0

El Betis vivió del regalito de Lequi

El autogol del argentino en Balaídos, demasiada losa El Celta, con poca pólvora Enorme Joaquín

El partido trajo aspectos muy interesantes como el duelo que Joaquín mantuvo, en muchas fases del partido con Placente. El portuense estuvo soberbio, pero es que el defensa celtista tampoco estuvo mal.

El Campeón de Copa está curando sus heridas ligueras en el torneo del k.o. Anoche supo rentabilizar, cual reputado financiero, el favorcito recibido la semana pasada en Balaídos por mor de un regalo firmado por el 'conde' Lequi en forma de autogol. Demasiada rémora para un equipo celeste muy cobardón y especulativo en la primera parte y que, cuando se dio cuenta de que había que marcar sí o sí, ya fue demasiado tarde. En realidad, el Betis apenas sufrió, excepto cuando Fernando Baiano cogía la moto. Pero el brasileño no está en racha goleadora.

La primera media hora verdiblanca fue sensacional, muy parecida a aquella inolvidable de la temporada pasada en San Mamés (recuerden, 4-4), aunque con una jugada que pasará a la historia del absurdo. Gran centro de Joaquín. Dani remató al larguero y el balón, suelto, llegó a Fernando, que en aquellos momentos se encontraba más solo que Wally. Su primera patada, se supone que debería impactar en el cuero, que para eso es así de sufridor. Pero fue al aire. En pleno desconcierto, volvió a pillar la bola y, de manera increíble, intentó transformar el gol de espuela. Le salió un churro que Sergio salvó bajo palos sin dificultad. Ni que decir tiene que los béticos se acordaron de Cardeñosa. Me imagino que esta extraña jugada enriquecerá los programas televisivos en el capítulo de anécdotas. Fernando, todo hay que decirlo, no estuvo tan mal. En realidad, nunca está mal.

Pero con todo y con esto, el Betis jugaba de manera muy brillante y el Celta esperaba, esperaba... ¿a qué demonios esperaba? Si Vázquez pensaba que en el último cuarto de hora iba a aprobar los deberes ofensivos obviados en los minutos anteriores, apañado iba. Porque encomendarse a Baiano, un sensacional futbolista, pero negado últimamente ante el gol (seis partidos sin marcar) era, como decían los antiguos castizos, 'demasié'.

Iturralde y tal. Pero, como suele suceder, como el partido decaía en su ritmo, apareció Iturrallde González, el cabecilla, o líder espiritual, o imán , o como se diga de ese colectivo de pésimos colegiados teledirigidos o mediatizados por la conexión Villar-Arminio-Laporta. No sé si Serra Ferrer le digo algo tan gordo, tras no ver que Javi Guerrero se llevó un balón con la mano para, no ya expulsarle, sino decirle, delante de la cámara del PPV y vocalizando, un sonoro ¡Fuera! Más que un colegiado, parecía 'El Comisario'. Una forma de buscar el equilibrio porque así, ninguno de los dos tenía a su primer técnico sentado en el banquillo. Así nos va.

El resto del partido puso a un Betis que debería estar como un flan, pero que resolvió sin demasiados problemas. El Celta, muy mal en el primer tiempo, se encomendó al factor suerte y tiró por tierra la oportunidad de seguir adelante en la Copa más interesante y taquillera de los últimos años. Una Copa donde el Betis sigue defendiendo su título de Campeón. Veremos hasta donde puede resistir.

El detalle: sin técnicos en los banquillos

Fernando Vázquez no se pudo sentar en el banquillo por sanción, por lo que su segundo, Ramón Carnero, dirigió en primera persona a los celestes. Para no andarles a la zaga, Serra Ferrer fue expulsado por Iturralde, por lo que Alexis, su ayudante, terminó llevando la voz cantante.