El Racing abre el candado de Osasuna al contragolpe

Fue cambiar el nombre de El Sadar por el de Reyno de Navarra para que Osasuna cediera sus primeros puntos de esta temporada como local. Y lo hizo pese a llevar el peso del partido durante todo el encuentro. Pero esta vez el rodillo osasunista no fue tan letal, en parte porque Raúl García no fue el de otras ocasiones, agasajado, tal vez, por la responsabilidad de saber que Luis Aragonés estaba en la grada siguiéndole de cerca. Y tampoco funcionó Osasuna porque enfrente tuvo un conjunto serio, trabajado, que dejó las florituras en el baúl para sacar a relucir un estudiado concepto del contragolpe.

Pese a que Osasuna cogió el partido y lo hizo suyo, no encontró nunca la frescura adecuada. Sus raciales acometidas se topaban una y otra vez con la majestuosidad del Racing en defensa. No había un zaguero mal colocado. Ni un rechace dividido. Ni una acción impregnada de sorpresa. Y, además, Antoñito se multiplicada cada vez que sus compañeros salían a la contra a toque de corneta. Por eso, la única manera de incordiar al Racing era a balón parado, algo que aprovechó Delporte para adelantar a los rojillos con un fabuloso disparo de falta. 1-0.

Mismo guión.

Sólo entonces fue cuando el Racing vio peligrar su plan. Ir por detrás ante los rojillos desquicia a cualquiera, pero antes de que los cántabros urdieran otra fórmula, el gol de Antoñito, escasos segundos antes del descanso, volvía el partido al estado inicial. Osasuna le dio mil vueltas al asunto durante el descanso. Pero nada. Por eso la segunda parte fue un monólogo osasunista con, curiosamente, mayor número de ocasiones del Racing. En una de ellas, un cabezazo de Matabuena, pudo incluso ganar. Desde luego, hubiese sido el mejor culto posible al fútbol de contraataque.

Aguirre "Estuvimos bien, no pasa nada"

"No pasa nada, el equipo jugó bien, aunque no pudo ganar. Osasuna estuvo muy bien con la pelota, con algún despiste defensivo, pero sólo le faltó gol. Pusimos un ritmo frenético al inicio del segundo tiempo, pero también cuenta el arquero rival y las circunstancias. Las contras de ellos han sido muy peligrosas y casi nos cuestan el partido. Necesitamos tres puntos y entonces nos aseguraremos la permanencia. Todo fue muy igualado y ninguno fue superado".

Preciado "Jugamos requetebién"

Mi equipo jugó requetebién ante un conjunto de categoría. Hicimos el partido que teníamos que hacer. Nunca le hemos dejado de dar la cara y no le puedo pedir más. Estoy muy satisfecho. Osasuna marcó en el primer tiro que efectuó y una de las claves fue empatar en un minuto muy bueno. Eso sí, el cansancio físico del equipo se ha dejado notar en los últimos veinte minutos. Casquero tiene, según el primer diagnóstico, una rotura de fibras".