"¿Cassano? Yo antes daría paso a Soldado"

¿Qué ha sido de Hugo Sánchez Márquez?

Tengo un contrato con Televisa para ser comentarista del Mundial de Alemania. En México quiero hacer una pausa como entrenador tras mi experiencia con el Pumas. Mi intención es venir a Europa y mi prioridad es España. Aquí estaré hasta el 10 de enero y luego tengo que meditar una oferta que me han hecho de Estados Unidos. Posiblemente firmaré un año con ellos pero con una cláusula. Si me llaman de Europa me subo a un avión y me vengo sin dudarlo. También me han ofrecido ser el director técnico de la selección mexicana para después del Mundial de 2006. No me voy a aburrir...

Su compatriota Javier Aguirre está triunfando a lo grande. ¿Nadie se atreve a experimentar con usted?

A Javier le va muy bien y me da gusto que Osasuna, un equipo con limitaciones, haga un gran trabajo gracias a la capacidad de un técnico mexicano como Aguirre. Javier ha tenido un respaldo del presidente, cuando hace un año le mantuvo en el cargo a pesar de llevar doce jornadas sin ganar. Eso es lo que desea siempre un entrenador. Que el presidente de turno te dé confianza sin aferrarse a los resultados. Izco supo aguantar y ahora Osasuna está recibiendo el premio. Aguirre es amigo mío y ojalá los equipos grandes se fijen en él. Tiene capacidad y es muy talentoso. Yo también tengo ya la experiencia y la madurez suficiente para dirigir a cualquier equipo.

Se le ve muy seguro de sí mismo.

Es que como jugador planifiqué mi carrera igual. Tras formarme en mi país vine al Atlético con 23 años, en 1981. Estuve cuatro temporadas y cuando ya estaba preparado di el gran salto al Madrid, donde conquisté títulos colectivos e individuales.

No me mienta. Cuando supo que el Madrid destituía a Luxemburgo estuvo pendiente varios días de su móvil.

El año pasado ya dije cuando vine al Trofeo Bernabéu con el Pumas que me sentía preparado para dar el relevo a Camacho y que estaría encantado de ser su sucesor. En aquel partido ante el Madrid ganamos y la gente vio de lo que soy capaz de hacer como entrenador. Ver cómo me apoyó la gente fue maravilloso. Lo dije de corazón porque me veo con capacidad para dar el salto. Ahora más porque tengo un año más de experiencia. Desde que se fue Camacho mi celular ha estado pendiente de una llamada del presidente. Él y Butragueño saben por mi boca que mi ilusión es entrenar al Real Madrid. No me desilusiono aunque el tiempo esté pasando.

¿Pero ni un amago, un mensaje de aliento? Le recuerdo que al Real Madrid lo entrena ahora el técnico del Castilla, López Caro.

Insisto en que Florentino me conoce y sabe la ilusión que me haría dirigir al Madrid. Tengo una amistad con él y con Butragueño. Les pediría a los dos que no duden de mí. El Madrid no dudó de mí como jugador y le fue bien. Hugo Sánchez no es una apuesta, es una garantía. Me estoy jugando mi reputación y mi prestigio y el asunto económico para mí es secundario. Muchos creen que la gente viene al Madrid para llenarse los bolsillos, pero en mí caso es el aspecto más intrascendente. Yo no quiero presionarles porque ellos son los que deben decidir el momento, pero que sepan que conmigo no arriesgarían nada ni sería una apuesta frívola. Estoy seguro de que yo le daría suerte al Madrid.

¿Qué cree que le está pasando al Real Madrid?

Mi análisis es que los títulos no sólo se pueden ganar teniendo a los mejores jugadores del mundo, sino a los que mejor trabajan en equipo. Si hay armonía y juego colectivo, ahí se crea una identidad, con un esquema táctico definido. Pero si cada uno piensa en mostrar su talento y su calidad de forma individual los retos son inalcanzables. El Barça es el equipo que tiene la hegemonía porque aparte de grandes jugadores tienen armonía en conjunto. Individualmente se han integrado al juego de equipo con un plan de juego definido. En el Madrid se carece de ese espíritu solidario. El Madrid tiene que recuperar ese estilo perdido basado en la unión de las voluntades remando todos en la misma dirección. Mi Madrid era así...

Ahora se habla del Madrid de las 'megaestrellas', pero los puristas sostienen que aquel equipo de la Quinta del Buitre y la Quinta de los Machos (formada por usted, Buyo, Maceda y Gordillo) hizo un fútbol mucho más espectacular que este Madrid de la era Florentino.

La diferencia es que ahí los extranjeros conocíamos nuestra jerarquía, pero jugábamos al servicio de los chavales como Míchel, Sanchís, Butragueño o Martín Vázquez, que poseían una calidad excepcional, y con una base de veteranos que imprimían liderazgo al vestuario. ¡Cómo iba a olvidar aquellas arengas de Camacho, Juanito y Santillana!

Me decía el otro día un viejo rival suyo, Ruud Gullit, que el problema de los galácticos del Madrid no es de edad sino de falta de hambre. ¿Un entrenador puede cambiar esa inercia acomodaticia?

Sí se puede hacer, retroalimentando la ilusión. Yo he estado en el Madrid y se cómo se vive y se juega y lo que no debe hacerse nunca es perder la ilusión, porque entonces pierdes todo. El Madrid debe rescatar la ilusión de sus estrellas. La mayoría sí creo que mantiene ese hambre, pero no todos. Ese es el papel que debe hacer ahora el director técnico, Benito Floro, y el entrenador. Ellos deben tener un liderazgo ante la plantilla como línea más recta para recuperar esa ilusión perdida.

Usted que fue un nueve ilustre, hábleme de Ronaldo. ¿Será difícil volver a verle en su mejor versión?

No. Ronaldo todavía puede ser determinante e importante siempre y cuando el equipo juegue en bloque. Si no hay juego colectivo Ronaldo no estará surtido de esos balones que le siguen haciendo ser un delantero que marca las diferencias. El problema del Madrid no es individual de Ronaldo o de otro crack que usted me nombre, sino de un funcionamiento de conjunto.

¿Usted ficharía a un nueve ahora que Ronaldo ha vuelto a lesionarse o confiaría en Soldado?

La mezcla entre las estrellas y la cantera es la perfecta. Hay que darle paso a Soldado y a los chavales de la cantera para que aprendan el oficio y sepan empaparse de lo que es jugar en un equipo con tantas exigencias como el Madrid. ¿Fichar a Cassano o a Kuyt? Sólo sé que no me atrae ver a mi Madrid con un cien por cien de extranjeros y de gente de fuera. Así es como se pierde la identidad. En mi época sólo fuimos extranjeros Jankovic y yo, y después Schuster. El resto eran españoles. Además, Cassano es un buen delantero en Italia, pero no es un nueve y le veo más como un mediapunta que puede entrar desde la izquierda. No creo que él sea la solución.

De nueve a nueve, defíname a Soldado...

Desde luego, lo que he visto de Soldado me gusta. Tiene instinto dentro del área, se coloca bien para el remate y es muy fuerte. Va muy bien de cabeza, pero también posee buena pegada con los pies. Creo que el chico se merecería una oportunidad.

Cambiemos de acera. Y si le llamase el Atlético de Madrid?

Pues atendería la oferta. Algún día me gustaría devolver al Atleti como entrenador todo lo que el Atleti me dio como jugador. Sólo diría no al Barcelona, por mis principios. El Atleti me abrió la puerta de la élite y claro que estudiaría una oferta, encantado de iniciar mi aventura europea en el primer equipo al que vine como jugador. Pero a Bianchi hay que dejarle trabajar. Me ha sorprendido los problemas que está teniendo porque en Argentina era un técnico con mucha reputación y categoría contrastada. Tampoco tiene él una varita mágica para resolver todos los problemas que el Atleti arrastraba de años anteriores. Si le dan tiempo va a sacar adelante al Atleti sin problemas. Seguro.

Pero usted prefiere el Bernabéu...

Lógico. En el Madrid conquisté todos los títulos posibles menos la Copa de Europa. Aquel partido maldito de Eindhoven...

¿Pero cree que en el Vicente Calderón le perdonarían todos los goles que metió con la camiseta blanca?

Por supuesto. Durante cuatro años yo lo di todo por esa camiseta y me comporté como un profesional que ayudó a que el Atleti ganara títulos. De hecho, mi despedida fue metiendo los dos goles que le dieron al Atleti la Copa del Rey de 1985 al vencer a Athletic de Bilbao en el Bernabéu por 2-1.

Hablando del Athletic y de la Copa, ¿cree que el Madrid debería fijar como objetivo prioritario este título teniendo en cuenta lo complicadas que tiene la Liga y la Champions?

Sí, y sería inteligente, porque la temporada pasada se despreció ese torneo y lo hubieran ganado fácilmente si hubieran ido a por él. La eliminatoria contra el Athletic será excitante, porque San Mamés huele a fútbol. Si el Real Madrid ganara la Copa, se asegurase la Champions en la Liga y eliminase al Arsenal en la Copa de Europa, terminaría adecentando la temporada y seguro que la afición recuperaría toda la ilusión pensando en la próxima temporada.

El Madrid diseña una revolución para la próxima campaña y ha pensado en Fabio Capello. ¿Lo ve capacitado para semejante reto?

Los grandes técnicos siempre ofrecen garantías. Capello es de lo mejor del mundo. Ojalá algún día llegue yo a demostrar su solvencia. Él tiene un calidad demostrada y sólo necesito que a mí me den una oportunidad para poder ser como él en el futuro. ¡Pero cómo voy a dudar de que Fabio es capaz de liderar al Madrid después de lo que hizo hace diez años!

Lo dice usted con la boca pequeña...

Claro, es que yo me veo preparado para asumir esa aventura en el Bernabéu. Sólo sé que cada vez que vengo a este estadio la gente me sigue parando por la calle, me pide un autógrafo y me dice: "Hugo, un día tienes que entrenar aquí y hacer una voltereta en el banquillo", Por favor, dígale a Florentino que mi celular sigue encendido.