Primera | Real Sociedad 1 - Villarreal 3
Guayre y Riquelme bailan a sus anchas en Anoeta
La Real no pudo mantener la ventaja ante el recital amarillo.
Lo peor que le pudo pasar a la Real en el choque de ayer fue adelantarse en el marcador a los cuatro minutos. Porque cuando la euforia por el tanto se esfumó aparecieron sigilosos los problemas defensivos, aquellos que han hecho de los donostiarras el conjunto más goleado de Primera. El partido se convirtió entonces en un reto, el de aguantar 86 minutos con la puerta imbatida, de un riesgo incalculable para la Real. Y más teniendo en cuenta que Riquelme comenzó a encontrarse cómodo según avanzó el choque. El argentino estuvo demasiado suelto en la zona de creación y eso repercutió en fabulosos pases en profunidad que la zaga realista fue incapaz de abortar.
La ventolera comenzó a ser tan grande que convirtió a la Real en una papela sin rumbo fijo. Primero fue Forlán el que lo tuvo en su mano y luego el propio Riquelme, pero fue Guayre el que puso el tino a este dominio. De paso, casi le hizo un favor a la Real, que aceptó dar un paso atrás para volver a intentarlo. La primera aventura de mantener la escasa renta de Nihat había resultado una utopía. Tampoco le supuso ninguna sorpresa. Lo que sí le molestó más fue que el Villarreal se tomase la molestia de aprovechar las dudas de la defensa -y del portero- para adelantarse en el marcador. Guayre, de nuevo, demostraba ser el más listo del lugar.
Misma historia.
Para cuando la Real se vio por detrás en el marcador, el Villarreal estaba tan viciado que quería hacer de cada jugada una mejor que la anterior. Tocó, tocó y tocó hasta marear a los de Amorrortu, que cada vez que podían buscaban la portería de Viera por la vía rápida, sin manual de instrucciones, sin posibilidades de crear peligro. Mientras tanto, Riquelme lanzaba de vez en cuando un contragolpe que hacía tambalearse a toda San Sebastián. Y cuando la ocasión lo merecía, se sacaba de la manga un disparo como el del tercer gol, soberbio, certero, digno de erigirle como el amo y señor del encuentro. Ante él, pensaron muchos realistas, no hay nada que hacer.
Los jugadores de la Real dieron su apoyo al lesionado Aranburu
El homenaje de la Real al lesionado Mikel Aranburu se produjo antes del encuentro, cuando los titulares del cuadro txuri-urdin saltaron con la camiseta del azpeitiarra. Además, durante la foto oficial, dieron la espalda a las cámaras para que el nombre de Aranburu quedará reflejado en todas las instantáneas. Casi al mismo tiempo, en los videomarcadores de Anoeta se puso la imagen del jugador, lo que provocó la ovación del público. Precisamente en las gradas del estadio donostiarra se vieron innumerables muestras de apoyo por parte de la afición hacia él. Aranburu, eutsi gogor (Aranburu, ten fuerza) y Mikel, onena haiz (Mikel, eres el mejor), fueron algunos de los mensajes.