Tamudo celebró su 28 cumpleaños con un golazo

Hace 28 años la familia Tamudo Montero celebraba, en Santa Coloma de Gramenet, el nacimiento de un pequeño, con cara de travieso, al que pusieron de nombre de Raúl. Ayer, los seguidores pericos celebraron como locos el gol de ese chico, ya hombre, en el Lokomotiv Stadium de Moscú. Ya tocaba. Ya era hora: su primer tanto esta temporada, que da una trascendental victoria al Espanyol ante, en teoría, su más difícil rival del grupo de esta Copa UEFA.

La jugada nació en el arranque de la segunda parte, después de que Pablo Zabaleta subiera la pelota por la derecha con criterio y le diera un pase complicado para controlar. El capitán, fiel a su estilo de luchador incansable, dejó botar la pelota ante Pashinin, y tras escorarse un poco, soltó un zapatazo seco, fuerte y colocado arriba, al que no pudo contestar Ovchinnikov. Fue ese el justo premio a un partido muy bien controlado por el Espanyol, aunque nunca dejó de pasar ciertos apuros.

Difícil.

Le costó al Espanyol en el inicio del encuentro frenar las acometidas de los locales. Escudados atrás por Lima y Bickey, Asatiani quería demostrar a los suyos que no se le había olvidado eso de dirigir a su equipo. Se apoyaba constantemente con Bilyaletdinov e Izmailov, pero se fueron diluyendo poco a poco, al ver que no les salía nada. Y eso porque la zaga blanquiazul estuvo a un nivel excelente. Pochettino, Jarque y Lopo dejaron sin espacios a los creadores rusos, a la vez que desesperaban a Lebedenko, ariete local, que remaba siempre sin premio.

Lotina dejó en el banquillo a Costa y apostó por Ito. Le dio los galones para poder sentirse importante y recordar que no hace mucho era el líder de la zona ancha del terreno de juego. Hizo un partidazo en tareas defensivas. Y cuando Tamudo hizo el gol, se pudo comprobar que los malos rollos se quedaron en el Moscú. Como en todo colectivo es normal que haya divergencias, pero ayer las dejaron a un lado.