Kezman dinamita la esperanza española

No pudo ser. La confianza depositada por España en Bosnia duró poco, tan poco como los seis minutos que necesitó Kezman para perforar la portería de Hasagic y tirar por tierra cualquier tipo de carambola a favor de la Selección. Porque después de eso Bosnia se fue desinflando como un globo, poco a poco, coincidiendo con el paulatino adiós a cualquier tipo de posibilidad de acudir al Mundial.

El hecho es que los equipos no se habían sacudido todavía el respeto mutuo cuando Kezman indicó el camino a seguir a su selección. Y lo hizo de la forma con la que más había soñado su técnico, Ilija Petkovic. Un balón al segundo palo en busca de la alargada figura de Zigic, la torre serbia de 2'02, cuya dejada aprovechó el ariete del Atlético a su estilo, siempre con la caña preparada. El golpe fue demasiado duro de encajar para Bosnia, que vio disiparse, y de qué manera, sus opciones.

Cuesta arriba.

Si difícil era vencer en el infierno de Belgrado, más lo era remontar, pensaron entonces. Los plavi, por su parte, revolucionados tras haber hecho lo más complicado con tanta facilidad, se dedicaron a seguir el mismo guión, imprimiendo una mayor agresividad al juego que su rival, cuyo acometido seguía siendo protegerse de los continuos golpes de la manera más factible. Krstajic, mediante un cabezazo, tuvo el pasaporte definitivo para Alemania en sus manos, pero su remate lamió el poste. Kezman también dispuso de la puntilla, aunque esta vez su disparo se estrelló en el poste. Un aluvión de intensidad que desbordaba una y otra vez a Bosnia y que enterraba cualquier posibilidad de favor hacia España. La cosa estaba imposible.

Sólo pareció haber un atisbo de esperanza cuando el partido se esfumaba, con los serbios pasados de revoluciones y los bosnios heridos definitivamente en su orgullo. Vidic vio su segunda amarilla y dejó un vacío en la defensa. Bosnia, que ya había dado por sentenciado su fracaso, trató de enmendar la noche amargándosela a su rival. Pero no era el día. Serbia lo tenía todo planeado. Y en ese plan España iba directo a la repesca.

Krstajic "Un Mundial es lo máximo"

Lograr clasificarse para un Mundial como primero es un éxito enorme. En estos momentos no somos conscientes de lo que hemos conseguido. Debemos de dar muchas gracias al público, nos ayudó muchísimo. No hemos jugado brillante, pero lo único importante era ganar".

Sliskovic "Una gran decepción"

No salimos con la intensidad necesaria para afrontar este tipo de encuentros y nos encontramos rápidamente con el gol de Kezman. Luego hemos ido perdiendo la ilusión y se nos ha puesto todo mucho más cuesta arriba. Es una gran decepción, lo tuvimos muy cerca".