"Se acerca mi momento y no descarto un título"

Miguel Ángel Lotina no para. Está activo. Las vacaciones le están sentando de maravilla. Después de un año de muchas tensiones, el técnico españolista está haciendo una amplia ruta por el norte de España. Si el viernes estaba en Palencia, donde recibió el premio Lechazo, el sábado, a primera hora, viajó junto a su esposa a Vigo, donde le esperaba Eduardo Domínguez, preparador físico del equipo. Allí aprovechó para dar unas charlas sobre lo que más sabe: el fútbol moderno.

Pese a estar plenamente concienciado en sus vacaciones (se las ha tomado tan serias que no quiere conceder entrevistas a los medios de comunicación), el técnico perico no deja de pensar en el próximo curso. Con la pretemporada completamente perfilada, Lotina se preocupa por saber cómo van las negociaciones para incorporar jugadores a su nuevo proyecto. No quiere hablar de Eduardo Costa (el primer fichaje del club para la próxima temporada) ni de Albert Riera, jugador mallorquín del Girondins que apunta a Montjuïc para reforzar la banda zurda. Silencio total. Tampoco quiere pronunciarse publicamente de lo que está sucediendo con Maxi Rodríguez, aunque sabe que en caso de que se produzca un traspaso al Atlético de Madrid, el quebradero de cabeza sería realmente importante.

Pese a todo, y ante los fervientes peñistas que la embajada del club tiene en Palencia, Lotina se sinceró. Poco después de recibir un merecido premio, que le distinguió como el personaje españolista del año, el responsable técnico del club sueña con lograr cosas importantes. "No quiero engañar a nadie. Hasta hace poco el Espanyol me parecía un club muy serio, pero no podía confesarme seguidor de la entidad. Ahora, después de vivir un año en el Estadi Olímpic, me he dado cuenta de que el sentiemiento es muy fuerte. Mi esposa, como yo, desea que las cosas vayan saliendo bien, puesto que nos encantaría pasar muchos años en Barcelona", se sinceró un muy aplaudido Lotina.

Esperanzas.

La temporada que ya se avecina será muy importante para el Espanyol. Tres competiciones harán que los aficionados disfruten de un curso muy intenso. Y eso lo sabe Lotina. Es tan consciente de ello que quiere aprovechar el buen momento por el que pasa. "Viendo cómo han ido las últimas finales disputadas en Europa, no descarto nada. Además, noto que se acerca mi momento y no descarto conseguir un título", aseguró el entrenador, que sabe que la familia españolista está ansiosa de vivir otra gran celebración, como la que se disfrutó a finales de mayo de 2000, cuando el Espanyol de Paco Flores consiguió la Copa del Rey.

Lotina sueña. Como todos los pericos. Su segundo proyecto se presenta apasionante, aunque aún hay que acabar de cerrar muchos temas. Lo mejor de todo es que hay confianza y ganas de seguir creciendo.